Hoy arranca el abierto de tenis de Estados Unidos, el último Grand Slam de la temporada que tendrá lugar en Flushing Meadows en Nueva York . Pero con una particularidad nada agradable: figura como posible objetivo terrorista por Al Qaeda, tal como lo informó el DailyMail.
Por Fer Sommantico
La información fue confirmada por la directora de inteligencia del NYPD, Rebecca Weiner y la amenaza fue difundida por la revista Inspire, una publicación en inglés que Al Qaeda tiene en la península arábica. La funcionaria, detalló cómo se sugiere el armado de algún tipo de coche bomba para que explote en las cercanías del estadio. Por ello, en esta edición del abierto se van a tomar medidas adicionales en materia de seguridad.
Pero esas medidas no son novedosas para alguno de los protagonistas del circuito que desde los atentados de 2001 sufre las consecuencias de la “guerra contra al terrorismo”. En efecto, Aisamul – Haq Qureshi es un tenista de Pakistán que participa en el abierto de USA desde el año 2001. Los memoriosos recordarán que fue finalista en la categoría de doble masculino junto al hindú Rohan Bopanna en el 2010. Lo concreto es que Aisamul profesa la religión musulmana y cada vez que llega al aeropuerto Kennedy de Nueva York, los oficiales de seguridad lo retienen por horas, lo desnudan y le revisan minuciosamente todas sus pertenencias, hasta que alguien de la organización del torneo llama al aeropuerto para que lo dejen pasar. Esto ocurrió al menos entre los años 2001 y 2010. Quienes siguen con mucha atención los torneos, recordarán que su compañero Bopanna pidió que no se repita esa situación en el mismísimo instante en que recibió el premio por haber llegado a la final. Pero la historia no terminó ahí, es sabido que entre los hindúes y los pakistaníes hay una rivalidad que se mezcla con la cuestión religiosa. Extrañamente, el éxito deportivo y esa solidaridad entre los compañeros repercutió tan negativamente en sus tierras que no pudieron jugar más juntos. Casi desafiando esos vientos de odio y rencor, Aisamul eligió un nuevo compañero: el israelí Amir Hadad. La situación empeoró para el paquistaní, a punto tal fue considerado un traidor a la patria y expulsado del equipo nacional de Copa Davis. En Wimbledon del año 2011 se podía leer en las camperas de Aisamul y Amir “paren la guerra, que empiece el tenis” Un gran ejemplo de lucha por los derechos humanos, aún a expensas de su propia carrera deportiva. Por estas actitudes a Aisamul se lo considera un embajador de la paz. Al igual que Nole, como lo reflejamos hace un tiempo en esta columna, mostró que el tenis y el deporte en general están capacitados para hacer frente a esos conflictos que desgarran a la humanidad. Esperemos que en este último Grand Slam del año todo el deporte se imponga una vez más.