Una de cada diez mujeres a tu alrededor sufre fortísimos dolores y abundante hemorragia los días de menstruación o cólicos, fatiga, náuseas, molestias al tener relaciones sexuales, inflamación o trastornos gastrointestinales o digestivos producto de la endometriosis: la presencia de tejido endometrial fuera del útero. La mitad de estas mujeres padece o padecerá probablemente trastornos en su fertilidad.
La endometriosis es una enfermedad que puede no tener ningún síntoma y, según los especialistas, hay múltiples teorías y pocas certezas respecto a cómo tratarla y a su evolución. Pero afecta de tal manera, desde el punto de vista físico y emocional, a tantas mujeres en el mundo (unas 176 millones) que la Organización Mundial de la Salud declaró marzo como el mes de la endometriosis -con el 14 como día mundial- y cada año en esta fecha se dedica a predicar por su detección precoz.
El problema es que el diagnóstico más certero implica una intervención invasiva, como es una laparoscopía (una exploración a través de una pequeña incisión, que implica anestesia general), que es de difícil detección y que el tratamiento suele ser largo, costoso y de resultado muy variable.
“Mientras que algunas mujeres con endometriosis experimentan síntomas dolorosos y/o infertilidad, otras no tienen síntomas en absoluto. La prevalencia exacta de la endometriosis es desconocida, pero las estimaciones van de 2 a 10% dentro de la población femenina en general, pero hasta el 50% en las mujeres infértiles”, dice el doctor Edgardo Andreatta, presidente de la Asociación Argentina de Centros de Reproducción Asistida (Aacera) y director de un centro de fertilidad en Mar del Plata.
Por su parte Stella Lancuba, miembro de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva y directora de un centro porteño, sostiene: “Un correcto diagnóstico depende siempre de la consulta temprana a un buen especialista certificado en medicina reproductiva, del acceso de la paciente a un centro de adecuada complejidad y de la aplicación de un temprano, correcto y eficaz protocolo”.
“El 15% de nuestras pacientes tienen endometriosis”, dice el doctor César Sánchez Sarmiento, director de un centro de fertilidad en la ciudad de Córdoba. Y da algunos consejos para sobrellevar mejor la enfermedad: “No considere el dolor menstrual como normal. Si tiene dolor, sobre todo más intenso el primer día, pregunte a su médico. Si tiene endometriosis sepa que el tratamiento puede ser cambiado de acuerdo a como va resultando y a si desea tener bebés o no en la actualidad. Si no tiene hijos consulte a un especialista en fertilidad quien le explicará adecuadamente el significado de la endometriosis para su futuro como mamá”. Para Sánchez Sarmiento “en general una vez diagnosticada la endometriosis, no es necesario operarse de nuevo cada vez que aparece un nuevo quiste”.
La peor consecuencia de esta enfermedad es el gran deterioro en la calidad de vida de las mujeres y la soledad que genera: pocos la conocen, todavía es un tema tabú y como otros trastornos asociados al ciclo reproductivo femenino está subestimado y no reconocido socialmente.