Tras la asunción del nuevo interventor de Enargas, Carlos Casares, se ordenó una auditoria e investigación interna por el escándalo que provocó un funcionario del organismo., que aparentemente habría minado criptomonedas con dos servidores informáticos de alta potencia que no estaban declarados.
Según se detalló, los equipos estaban instalados en la sala de sistemas de la sede del organismo y no se registraron en los inventarios. El funcionario en cuestión es Ramiro Pigliapoco, quien era titular del área de Tecnología de Comunicación e Información del ente hasta hace pocos días, cuando fue desplazado en medio de la investigación.
“Que esta Intervención tomó conocimiento de la existencia en el ámbito de la Gerencia de Tecnologías de la Información y Comunicación, de la presencia de dos equipos no inventariados, que prima facie no guardan relación con las funciones del Organismo y que habrían sido utilizados para intereses ajenos a la competencia del ENARGAS”, se detalla en la resolución.
Además de no estar en el inventario, las computadoras no brindaban ningún tipo de servicio asociado a ente regulador de Gas. En el mismo documento, se confirmó la desvinculación del agente «al momento de instruirse el inicio de la información sumaria”.
Pigliapoco era uno de los pocos que tenía autorización para ingresar a la sala, por lo que es el principal sospechoso. Ahora, la comisión investigadora creada, a cargo de Claudio De la Fuente y de Silvana Onorati, deberá dar definiciones sobre la cuestión. “Los instructores designados deberán elevar un Informe a esta Intervención con las conclusiones arribadas y tendrán todas las facultades conferidas por las normas de aplicación”, se detalla en el documento.
El informe que presentarán deberá tener en cuenta el aumento de la energía que provocó el uso de las máquinas, además de definir quién es el propietario y para qué fue utilizado, que en principio se cree era para minar monedas digitales.