El dirigente social Juan Grabois fue increpado por personas que se encontraban en el Aeropuerto de Ezeiza, al ser visto cuando regresaba de Roma, donde viajó para participar de un actividad junto al papa Francisco y líderes de movimientos sociales de todo el mundo.
“Sigan intentándolo. Nunca me van a correr de ningún aeropuerto. Nunca me van a llamar. Nosotros no nos rendimos nunca”, publicó en su cuenta de la red social X minutos después de ser agredido. Y hace instantes se explayó con el medio Infobae sobre lo ocurrido en el aeropuerto.
La defensa
Más tarde, el abogado adelantó un descargo más extenso que publicará para responder las acusaciones de “chorro” y ladrón: “Los fascistas siempre tuvieron la misma estrategia. Agreden a uno entre muchos para atemorizar a todos. Los gorilas son iguales. Es un triste y cobarde estilo de vida”.
“Esta es la versión civil de policía gaseando a una niña o garroteando a un jubilado. El problema es cuando nos dejamos amedrentar, nos callamos, no defendemos al compañero. Así se envalentonan y creen que pueden hacer cualquier cosa. Gasear, garrotear, linchar… Creen que, porque tienen plata o poder pueden agredir a los demás, insultarlos, lastimarlos”, amplió en declaraciones.
“Yo no robé, no abusé de ningún privilegio, no le pegué a un jubilado, no le saqué el pan a un niño, no traicioné mis convicciones ni a mis compatriotas ¿Me tengo que dejar correr? ¿Tengo que bajar la cabeza e irme? ¿Tengo que dejar de ir al supermercado o a tomar un café? De ninguna manera… Están buscando eso”, tengo sangre, me enojo, es cierto… pero no es sólo calentura”.
Luego agregó: “Estoy convencido de que la peor estrategia es dejarse amedrentar. No hay que dejar que amedrenten a otros. Hay que bancar los trapos, siempre”, agregó el dirigente social, molesto por el hecho que debió vivir. “Es lo que pienso. No sé si “garpa”, pero soy así. Perdón si ofendí a alguien injustamente. Gracias a todos los que me transmitieron su apoyo. Nos vemos en la lucha”.