Momentos antes de que la encontraran muerta en el río Quequén, Magalí Vera había ido al casamiento de su amiga junto a Javier Cerfoglio, el principal sospechoso del femicidio, y le regaló una torta de dos pisos. Además, reconoció que en los últimos meses estuvieron hablando de sus “miedos”.
Magalí era empleada municipal y tras finalizar un curso de pastelería, dejó su trabajo para emprender. se dedicó de lleno a la decoración de tortas. Por eso, su amiga le pidió que le haga un pastel para su casamiento y ella no dudó.
A través de su cuenta de Facebook, compartió un mensaje que relataba lo acontecido previo al trágico suceso: “Te quedó pendiente subir la torta, amiga. Acá la subo yo por vos… Te quedó hermosa y te lo dije. Estabas tan feliz”.
En esa línea, agregó: “La última vez que te vi saltabas de felicidad. Si sabía que era la última vez te abrazaba fuerte”. Y detalló: “Hablamos tanto de emprender, de tus miedos y yo te dije si le metes te va a ir bien y así fue”.
“¡Brillaste con cada una de tus tortas! Siempre pidiéndome los Topper (adorno), siempre te encantaba todo que te hacía Era tan fácil ser tu amiga y te fuiste tan pronto”, dijo. Y añadió sin mencionar el trágico crimen. “Te amo con el alma Magui ¡Te voy a extrañar toda la vida! Danos fuerza y luz para seguir sin vos”.
Por otro lado, el trágico final de Magali se conoció mediante un impactante video donde se retrató la brutal golpiza que Javier Cerfoglio le dio a Magalí Vera, hasta dejarla desmayada en la calle. La secuencia fue captada por una cámara de seguridad del municipio que deja ver al acusado del femicidio y a la víctima en una calle minutos antes de las 4:30 de la madrugada.
El acusado le pegó patadas durante más de un minuto en distintas partes del cuerpo. Cuando la joven parecía no reaccionar, volvió a pegarle otra decena de patadas y la arrastró varios metros por la calle.
Javier se alejó de la joven unos metros y regresó unos segundos después para confirmar que estuviera desmayada. Acto seguido, buscó el auto que había estacionado a unos metros y la subió.
El pasado lunes, Javier Cerfoglio quedó detenido: “Su esposo le quitó la vida tirando el auto al río”, mencionó el fiscal a cargo de la UFI N°20 especializada en Género, que tomó intervención en el caso. La prueba más importante que tenía hasta el momento la fiscalía era la autopsia que se le practicó al cuerpo de la víctima, que reveló que tenía golpes compatibles con violencia de género.
También se supo que las lesiones eran “perimortem”, aquellas que ocurren alrededor del momento de la muerte, es decir, cuando la persona aún estaba viva o justo antes de morir.