Carlos Pascual, mejor conocido como «El Tula», el emblemático hincha de la Selección Argentina y activo militante del peronismo, ingresó de urgencia en el Sanatorio La Trinidad, en Buenos Aires, y se encuentra en estado crítico tras ser sometido a una operación, según informó la agencia Noticias Argentinas.

A sus 83 años, El Tula es una figura popular que acompañó a la Argentina en todos los mundiales desde 1974. Su pasión por la celeste y blanca lo llevó a recibir el premio «Mejor Afición» en los premios «The Best» de 2023. Sin embargo, más allá de su reconocido fervor futbolístico, hay aspectos menos conocidos de su vida que ahora cobran relevancia.

La historia de Tula no solo se teje en torno a los estadios, sino también en los pasillos de la política. Vinculado estrechamente al peronismo, este hincha tan querido fue el bombista oficial de Carlos Menem y compartió momentos con destacados dirigentes como Carlos Ruckauf y Eduardo Duhalde. En su Rosario natal, la controversia lo rodeó cuando lideraba la barra brava de Central, siendo acusado de colaborar con la Policía, lo que lo obligó a abandonar la ciudad.

Además de su presencia en los estadios, El Tula desplegó su pasión musical al dirigir un conjunto de unos quince músicos durante años, convirtiéndose en una presencia habitual en eventos oficiales durante los años noventa. Su apoyo incondicional se manifestaba incluso en conferencias de prensa, generando desafíos para el Ceremonial que lidiaba con su entusiasmo.

Aunque su participación política y financiamiento han sido en gran medida un misterio, la dualidad de su figura, entre el ferviente hincha de fútbol y el activo militante peronista, resalta su impacto tanto en la cultura deportiva como en la esfera política del país.