A Luján la inundan la lluvia, los countries y la política

Por: #BorderPeriodismo

Por Javier Alvarez

Luján se volvió a inundar. Como en abril pasado. Como hace exactamente un año atrás  cuando los vecinos de esa localidad bonaerense tenían un metro de agua en el living de la casa. Como hace dos años también. Igual que en 2010, 1991 y 1985.

Y los vecinos de la histórica Basílica se ven obligados a comenzar de nuevo cada doce meses. Pidieron auxilio a las autoridades un centenar de veces por cartas, protestas, reclamos, marchas y notas periodísticas.

Luján necesita obras para el escurrimiento y drenaje del río. Es menester para la localidad que se realicen muros de contención, dragado y, principalmente, se controlen las obras pluviales ilegales de los alrededores.

Los countries del oeste y norte del Gran Buenos Aires realizaron canales clandestinos, sin planificación ni permiso de las autoridades provinciales. También rellenaron humedales y desviaron arroyos. Alteraron el ecosistema y ahora lo sufren los más pobres.

El Ministerio de Infraestructura bonaerense había emitido la Resolución 229 en 2002 con la que regulaba el procedimiento para el tratamiento, la prevención y resolución de obras hidráulicas en la provincia.

Pero los controles sobre la cuenca del Río Luján no funcionan, por lo que se multiplian los canales clandestinos, lo que afecta los humedales y lagunas de alrededores, y se obstaculiza el libre drenaje ante una crecida como la actual.

La misma calamidad la sufren quienes viven el noroeste bonaerense, en localidades como Bolívar, Nueve de Julio, Carlos Casares y Pehuajó, entre otros, donde existen decenas de canales clandestinos y terraplenes realizados por productores agrícolas.

Alrededor de 1.600 canales clandestinos fueron detectados en las zonas rurales por el Gobierno bonaerense entre 2002 y 2012, año en el que estalló la polémica por las graves inundaciones en San Antonio de Areco y el noroeste provincial.

Ahora, los vecinos dicen que Luján necesita el ensanchamiento de las márgenes del río desde el puente de Ruta 7 hasta el puente de Ruta 8, para que el agua pase y la localidad no se convierta en un dique.

Pero, en realidad, son 1.500 millones de pesos los que se necesitan para dragar y profundizar el lecho del río a lo largo de unos 100 kilómetros, desde la zona crítica hasta la desembocadura en el Río de la Plata. Pero el dinero no está.

La sola limpieza del río generaría que las aguas bajen con mayor fuerza y eso se convertiría en un peligro para Pilar, Exaltación de la Cruz, Campana, Escobar, Tigre, San Fernando y San Isidro.

Los vecinos reconocen que la ciudad está construida sobre lo que se conoce como “valle de inundación”, pero ya no pueden abandonarlo todo y comenzar de cero en otro lugar, por lo que aseguran que con obras de infraestructura, la calidad de vida mejorará.

 A fines de septiembre pasado, se realizó la apertura de sobres para adjudicar la obra “Limpieza de Río Luján – Etapa II” en el ámbito de la gestión bonaerense de Daniel Scioli, por unos 70 millones de pesos. Las obras aún no iniciaron.

 A pesar de la crítica situación estructural, los proyectos de Presupuesto 2015 de Nación y Provincia no contemplan fondos para nuevas obras hidráulicas estructurales que mitiguen las inundaciones en Luján.

 Los vecinos esperan. Y el negocio inmobiliario, con countries y canales clandestinos, crece.

Suscribite a nuestro newsletter
* Recibirás emails de cada publicación semanal
Notas relacionadas
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Con tu suscripción al Newsletter de Border Periodismo recibirás emails de cada publicación semanal.
* Recibirás emails de cada publicación semanal