La inversión nacional en educación cayó un 40% este año en comparación con 2023. Si se analizan los fondos vigentes para la función “Educación y Cultura” dentro del presupuesto nacional, la caída fue de 40,2%, y se miran solo los fondos de la Secretaría (ex Ministerio) de Educación de la Nación, la caída este año fue del 43% medida en términos reales. Los datos se desprenden del último informe del Observatorio de Argentinos por la Educación.
La magnitud del recorte aplicado sobre el sistema educativo es casi del doble del ajuste general del gasto público nacional (21,1%) si se compara la ejecución de 2023 con el crédito vigente de 2024.
Esto implica que el área recibió un ajuste mayor que el resto del Estado.
De acuerdo a los datos del documento titulado “Presupuesto educativo nacional 2025″, esta caída en el nivel de inversión educativa no llegará a revertirse en 2025. El documento fue elaborado por Javier Curcio (economista de la UBA y Conicet), María Sol Alzú y Leyre Sáenz Guillén (investigadoras del Observatorio de Argentinos por la Educación).
Además, la “motosierra” afectó más fuertemente a la educación básica (las escuelas) que a la educación superior (las universidades).
Cómo fueron los recortes en Educación por rubro
Entre 2023 y 2024 (con datos al 22 de septiembre), el recorte en educación fue:
Universidades: 30%.
Programa Conectar Igualdad: 71%
Infraestructura y equipamiento: 64%
Acciones de formación docente: 57%
Formación tecnológica: 57%
Fortalecimiento edilicio de jardines de infantes: 55%
Becas para estudiantes: 54% (esos programas se dirigían a los niveles educativos obligatorios: inicial, primaria y secundaria).
A esos recortes se suma la eliminación en enero del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), que suponía un aporte de la Nación a los salarios docentes (con una caída del 93%).
Un recorte sin antecedentes:
El ajuste de la inversión educativa nacional aplicado este año no tiene antecedentes comparables en los 40 años de democracia. El más cercano es el de 1992 durante el menemismo (con una caída del 41%), como consecuencia de la Ley 24.049 de 1991, que estableció la transferencia de las escuelas secundarias y los institutos terciarios de la órbita nacional a las provincias. , en el marco de una reforma estructural del Estado. En los años posteriores del mandato de Carlos Menem hubo nuevamente un aumento de la inversión con la creación de las universidades nacionales: en 1992 se creó la UNSAM (Universidad de San Martín) y la UNGS (Universidad General Sarmiento). En 1994 se creó la UNLaR (Universidad de La Rioja) y la UNPA (Universidad Patagonia Austral) y en 1995 se crearon la Universidad de Lanús (UNLa), la de Tres de Febrero (UNTREF) y la de Villa María (UNVM).
El ajuste de este año es superior al efectuado durante las crisis económicas de 1989 (24 %) o la de 2002 (15%), según datos de gasto público educativo del Ministerio de Economía tomados de un informe previo del Observatorio de Argentinos por la Educación elaborado por los economistas Alejandro Morduchowicz, Leyre Sáenz Guillén y Víctor Volman. Según esto, en los últimos 20 años las mayores caídas interanuales de inversión educativa nacional (en pesos constantes) fueron en 2018 (-11%) y 2019 (-14%).
Las proyecciones del presupuesto 2025
Si bien se prevé que el proyecto de presupuesto para el año próximo tenga un aumento interanual de los recursos para educación con respecto a este año, la de este año es una caída tan grande que que no llegará a haber una recuperación a los niveles de 2023, según el informe de Argentinos por la Educación, un análisis del especialista Alejandro Morduchowicz y un informe de Confederación de los Trabajadores por la Educación, entre otros estudios. Según las proyección oficiales la Secretaría de Educación será una de las cinco áreas del Estado con mayor incremento de fondos en 2025 (+6,87%), superada por el Ministerio de Salud (146,75%), Obligaciones a cargo del Tesoro (27,64%), Presidencia de la Nación (13,58%) y el Poder Judicial (6,97%). En tanto, la función “Educación y Cultura” queda en el puesto 14 en el ranking de aumentos presupuestarios con respecto a 2024 (+0,65%).
Medido por porcentaje del PBI, la inversión nacional en educación en 2025 será del 0,88% por debajo de lo invertido en 2024 (0,91%) y 2023 (1,48%). Medido por porcentaje del presupuesto nacional, la Secretaría de Educación recibirá el 5,1% en 2025, por debajo del 6,4% recibido en 2023. En base a esto, la inversión en la función “Educación y Cultura” será de 5,8% en 2025, por debajo del 7,3% de 2023. Los fondos para universidades (“Desarrollo de la educación superior”) tendrán una recuperación del 2% en 2025, un número que dista mucho de compensar la caída del -30% de este año. Solo un programa de la Secretaría de Educación –”Gestión educativa y políticas socioeducativas” – tuvo incrementos en 2024 (15%) y 2025 (14%). El resto de los programas experimentaron recortes en 2024 y volverán a caer en 2025; varios, entre ellos, Conectar Igualdad, se eliminarán.
De todos modos, la gran novedad en educación para el año próximo fue el Plan Nacional de Alfabetización, al que se reasignarán fondos que antes correspondían a otras partidas (como jornada extendida o distribución de libros) y también financiamiento nuevo. Dicho plan recibirá el 11,6% del presupuesto educativo nacional según el proyecto de presupuesto. En tanto, el año próximo 2 de cada 3 pesos (66,5%) del presupuesto educativo nacional serán para las universidades, y el restante irá a las escuelas, jardines e institutos superiores, los cuales, a diferencia de las universidades,dependen de las provincias.
