Este viernes la Iglesia Evangélica fue admitida como «amicus curiae» por la Corte Suprema, en apoyo al Estado Nacional en el expediente en el cual la Confederación General del Trabajo (CGT) cuestiona el capítulo IV del DNU 70/23, sobre reforma laboral.
La presentación de la CGT ante la Corte Suprema sostiene que debe mantenerse el privilegio a favor de los sindicatos de las «contribuciones solidarias» obligatorias que se retienen de los sueldos de los trabajadores.
La organización religiosa, Reuniones Evangélicas Argentina, sostiene que la obligatoriedad del aporte, que resulta en una disminución forzosa de la remuneración de un trabajador, atenta contra la libre elección de la persona. En su presentación como «amicus curiae», la iglesia evangélica aporta sus argumentos en apoyo a la postura del Gobierno de Javier Milei, que, a su criterio, resultan trascendentes para la consideración del Alto Tribunal.
En esa línea, señalaron: «El interés directo para participar en la causa se fundamenta en la protección y defensa de religión y conciencia de los miembros de nuestra comunidad en relación con la regulación legal de las ‘contribuciones de solidaridad’ en favor de asociaciones sindicales realizadas en el art. 73 del DNU 70/2023».
Por último, expresaron: «Nuestro interés consiste en que se reconozca que la regulación de esta clase de contribuciones debe ser compatible con la libertad de conciencia y de religión de las personas, proveyendo un razonable acomodamiento que garantice -como mínimo- un camino alternativo o una vía de eximición a la realización de tales contribuciones a quienes enfrentan un conflicto serio y profundo de conciencia, religión o autonomía personal ante la imposición de dicha clase deberes no consentidos».