La desaparición de Franco Toro, el joven argentino desaparecido en las aguas de Punta del Este, ocaciono conmoción en ambas orillas del Río de la Plata.

Toro se había arrojado al mar para intentar rescatar a una mujer que se encontraba en peligro, pero no logró regresar a la orilla. Las autoridades uruguayas confirmaron que «buscan un cuerpo sin vida».

El operativo de búsqueda, que cuenta con buzos especializados, guardavidas y drones, tuvo que ser interrumpido debido a las desfavorables condiciones climáticas.

A pesar de esto, la Prefectura de Punta del Este aseguró en una reciente conferencia de prensa que los mismos equipos continuarán trabajando, dadas su experiencia en la zona y su conocimiento del mar.

Aunque no se estableció un tiempo límite para la operación, las autoridades fueron claras al señalar que el objetivo de la búsqueda se centra ahora en recuperar el cuerpo del joven.

Toro era un tatuador oriundo de Argentina, había llegado a Uruguay junto a su novia, Georgina, a principios de diciembre con el propósito de ahorrar dinero para cumplir un sueño: viajar juntos a Europa.

Durante la temporada alta, ambos trabajaban como camareros en Punta del Este, aunque Toro también buscaba abrirse camino en el mundo del tatuaje.

En su perfil de Facebook, el joven compartió el 19 de noviembre un mensaje que refleja su entusiasmo por esta nueva etapa: «Me empiezo a despedir y, de paso, si conocen artistas, tatuadores e ilustradores por Uruguay y quieren ayudarme a conectar, ¡me viene joya!».

Según su amigo Facundo Sánchez Sosa, Toro había adquirido recientemente una nueva máquina de tatuar, con la esperanza de consolidar su carrera en el extranjero.

El pasado primero de enero, la vida de Toro dio un giro inesperado cuando decidió lanzarse al mar para salvar a una mujer que luchaba por mantenerse a flote.

Desde entonces, su paradero es incierto. «Estaba contento con los planes que tenían. Aunque les costó hacerse un lugar como tatuadores, seguían trabajando duro», recordó Sánchez Sosa.