Las terribles revelaciones del hijo de Yiya Murano: «Le tenía desprecio”

Martín Murano reapareció en los medios luego de muchos años de silencio. Su dura infancia, cuándo su mamá quedó presa y su "primo-hermano". ¡Enterate en esta nota todo lo que dijo
Por: #BorderPeriodismo

María de las Mercedes Bernardina Bolla Aponte de Murano, mas famosa como «Yiya Murano» o la «envenenadora de Monserrat», tuvo una vida de oscuridad, secretos y ocultamientos, pero murió sola en un geriátrico a sus 84 años, en el año 2014.

Ahora, su hijo volvió a los medios para anunciar que quiere vender la vajilla con la que su madre asesinó a sus amigas en el año 79′ y en diálogo con Ernestina País confesó que ella quiso matarlo a los 10 años.

Con una masitas y una infusión, Yiya Murano pasó a la historia como un personaje inaudito que recorría la televisión para perjurar su inocencia por el asesinato de sus amigas y una prima con cianuro en la comida. Finalmente fue condenada y liberada en el año 95′ por el espantoso crimen.

Martin Murano contó que no reconocía a su progenitora como su madre, sino a quién trabajaba en su casa: «Yo me di cuenta desde muy chico que Ignacia Inares era mi madre, de hecho le decía mamá a ella, era nuestra mucama, ella me crió».

También relató que fue al empezar el colegio cuando se dio cuenta que Yiya no se comportaba como una madre normal, al compararla con el trato que los demás chicos recibían por parte de su familia.

Las mañanas en su casa eran calvarios: «ella desayunaba todos los días con un amante distinto, yo tenía que hacer silencio, guardar el secreto, porque a todos sus amantes les hacía creer que eran mi padre biológico y les sacaba dinero a cambio de eso».

Además explicó que no le afectó que estuviera presa tras el aberrante crímen, ya que no existía tal relación de madre/hijo, aunque si le dolía por su padre que lo crío: «Me enteré a los 18 años que él no era mi padre biológico».

Cuando fue condenada a cadena perpetua, Yiya Murano intentó escapar, pero él la fue a buscar para entregarla: «Me deje seguir por dos personas que -estimaba- eran militares y le dije ‘ya no tenes nada que perder, probá con decir la verdad'».

Martín aseguró que, cuando tenía 10 años, su madre también quiso envenenarlo con la comida: «¿Vos te crees que yo no me acuerdo que me sacaste la torta de la mano y la tiraste porque te arrepentiste a último momento?», le dijo una noche mientras ella estaba prófugos de la justicia en su casa.

Para completar la complicada historia, dio a conocer que Yiya Murano fue amante del marido de su hermana, con quién tuvo un hijo: «Mi primo es mi hermano», sentenció.

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