En medio de la pulseada entre el PRO y La Libertad Avanza (LLA), el jefe de Gobierno porteño Jorge Macri se consolida como referente para sostener la identidad partidaria en la Ciudad del partido amarillo. En ese contexto, sumó a Diego Santilli a la mesa chica y a María Eugenia Vidal como jefa de campaña para las elecciones locales.
Se trata de pases de resonancia en medio de los tirones entre Mauricio Macri y Javier Milei para constituir una alianza electoral entre el PRO y LLA. La estrategia de los libertarios fue intentar vaciar al sello amarillo para que Macri llegara debilitado a esa instancia de negociación.
En esa lógica se inscriben los saltos al partido de Milei de intendentes bonaerenses como Diego Valenzuela y legisladores porteños a la órbita del bloque de Pilar Ramírez, con respaldo de Karina Milei.
Jorge Macri como pilar del PRO
En ese marco, Jorge Macri fue clave para sostener a lo “más puro” del partido, al tomar una posición de confrontación con el Presidente, a diferencia de los otros gobernadores del mismo espacio, Ignacio Torres (Chubut) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), quienes se mostraron más permeables a un acuerdo y caminan con independencia de las directivas partidarias.
La tensión en la Legislatura porteña con el rechazo de LLA al Presupuesto de Jorge Macri, sin correspondencia con el rol del PRO en el Congreso Nacional, fue una estocada a la que el intendente de la Ciudad respondió con el desdoblamiento de los comicios locales.
Por eso, el arribo de Santilli a la mesa chica es un mensaje de contención. Era uno de los nombres que más sonaban en el coqueteo con la Casa Rosada, edificio que visitó la semana pasada para reunirse con «Lule» Menem.
El diputado, quien mejor mide del PRO en la provincia de Buenos Aires, se postula como eslabón de unidad para una alianza en suelo bonaerense. Ahora, su lugar en la mesa de Jorge Macri es una forma de ratificar su pertenencia al PRO.
El caso de Vidal, referenciada en Mauricio Macri, es también un argumento de peso del PRO para mantener unida a sus filas. No solo por haber sido gobernadora de la Provincia, sino también por estar al frente de la Fundación Pensar, el think tank del PRO que suele llamar a cónclaves partidarios y lanzar informes desde donde marcan el pulso de la relación con Milei.