La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, volvió a quedar en el centro de la polémica luego de que se viralizara una foto suya recorriendo un local de Adidas en Madrid. La imagen generó indignación en redes sociales, especialmente porque la funcionaria viajó a España para dar un encendido discurso contra el neoliberalismo y el capitalismo en un acto del partido Podemos.
“Planteamos en la Quinta Asamblea Ciudadana Estatal de Podemos nuestras verdades relativas sobre una realidad en la que las fuerzas nacionales y populares debemos ofrecer una alternativa al neoliberalismo y las nuevas derechas”, dijo Mendoza, dirigente de Unión por la Patria, durante su intervención en el encuentro político. Lo que no dijo fue que, al terminar el evento, decidió recorrer las tiendas de la capital española y aprovechar para hacer compras en una de las marcas ícono del consumo global.
En la imagen que circula en redes sociales se la puede ver dialogando con María Luz Alonso, exfuncionaria y mano derecha de Cristina Kirchner, mientras observa prendas deportivas dentro de una tienda Adidas. La escena no tardó en generar memes y críticas por la contradicción entre su mensaje político y sus actividades en Madrid.
Duras críticas en las redes contra Mayra Mendoza
Los cuestionamientos apuntan a la doble vara con la que se manejan muchos dirigentes del espacio kirchnerista, que en público rechazan las lógicas del mercado, pero en privado disfrutan de los beneficios del sistema que aseguran combatir. “Antiimperialista de discurso, pero con la tarjeta en la mano”, ironizó un usuario en X (ex Twitter).
La dirigente de La Cámpora no dio explicaciones públicas sobre la imagen ni sobre sus actividades personales en España. El viaje tenía como objetivo principal representar al peronismo en una asamblea del partido de izquierda español Podemos, con quien comparte afinidades ideológicas.
Sin embargo, la escena en el local de Adidas (empresa alemana multinacional) parece haber opacado cualquier contenido político. La combinación de militancia anti-neoliberal y shopping en euros volvió a poner en debate el comportamiento de muchos funcionarios que, mientras critican a las potencias extranjeras, disfrutan de sus marcas, su estilo de vida y su economía.