En Buenos Aires, un padre golpea a su hijo en la cabeza porque el niño rompió un vidrio jugando a la pelota. Mientras, en Alemania una nena es encerrada en un cuarto oscuro sin agua y sin comida por haber hecho mal la tarea de matemática; y en China, los padres no tienen tiempo para ocuparse de su pequeño hijo y lo dejan llorando solo toda la noche. Casi 300 millones de niñas y niños son víctimas cada año de maltrato dentro de sus hogares, según un estudio de Unicef.
Por Leila Sucari
Abandono, carencia de afecto, falta de atención, violencia psicológica y agresiones físicas: la Organización Mundial de la Salud (OMS), define el maltrato infantil como «cualquier acción u omisión de acción que viole los derechos de los niños y adolescentes». Los chicos son uno de los sectores más vulnerables por su dependencia emocional, económica y social respecto de los mayores. Pero sucede que quienes más deberían cuidarlos –padres y tutores- son lo que más se aprovechan de su poder: en Argentina el 50% de los niños que están en instituciones de menores llegaron ahí por ser maltratados en sus propias casas. Y según el 4° Estudio sobre Maltrato Infantil de Unicef, el 71% de los niños y niñas encuestados, menores de 14 años, vivió algún tipo de violencia ejercida por sus padres.
Para combatir la violencia infantil puertas adentro, en Inglaterra planean tipificar como delito la “crueldad emocional contra niños”. La nueva legislación se llama Ley de Cenicienta y pretende encarcelar a los padres que ignoren a sus hijos, no los estimulen, les causen miedo o les provoquen daños físicos. Se penará a todo aquel que “cause sufrimiento innecesario, perjudique la salud o impida el desarrollo físico, intelectual, emocional, social o de comportamiento de sus hijos”. El proyecto surgió por una larga campaña de la ONG «Action for Children». Robert Buckland, uno de los principales políticos impulsores de la ley, aseguró que el maltrato infantil lleva a muchos menores a delinquir y a comportarse de forma antisocial cuando son adolescentes o al llegar a la adultez.
Trabajar para que los derechos del niño sean respetados, evitar el abuso de poder por parte de los padres y educar a los más chicos con amor y conciencia es una forma de prevenir problemas futuros y de construir una sociedad menos violenta. Para esto, lo fundamental es terminar con la indiferencia. Si escuchás que tu vecino agrede constantemente a los hijos, si presenciás un hecho violento o tenés familiares que maltratan a los niños de la casa, no te quedes callado. Durante 2013 la Línea de Asistencia a la Infancia y la Adolescencia (102) atendió más de 1200 casos de maltrato infantil. Si tenemos en cuenta que sólo se denuncian dos de cada diez casos, la cifra crece exponencialmente. El silencio es el peor aliado.
En el 90 por ciento de los casos los padres maltratadores fueron a su vez maltratados durante su infancia. «La historia de la propia infancia se considera uno de los factores de más alto riesgo en las posibilidades de llevar adelante adecuadamente la educación y la crianza de los hijos», dice María Inés Bringiotti, de la Asociación Argentina de Prevención del Maltrato Infanto-juvenil (Asapmi). Por eso es fundamental trabajar en conjunto con las familias, de manera integral, para romper con el círculo de violencia que se va perpetuando de generación en generación. “El maltrato infantil es una causa de sufrimiento para los niños y las familias, y puede tener consecuencias a largo plazo. El maltrato causa estrés y se asocia a trastornos del desarrollo cerebral temprano. Los casos extremos de estrés pueden alterar el desarrollo de los sistemas nervioso e inmunitario. En consecuencia, los adultos que han sufrido maltrato en la infancia corren mayor riesgo de sufrir problemas físicos y mentales”, señala la OMS.
Según la Encuesta sobre Condiciones de Vida de Niñez y Adolescencia (ECOVNA) realizada durante el 2012 en nuestro país, “El 42% de los padres de niños más pequeños de 2 a 5 años declaró haberle pegado un chirlo en el último mes anterior a la encuesta; y el 5,4% declaró haberle pegado en la cabeza”. Ennio Cufino, representante adjunto del organismo de derechos de niñez de Naciones Unidas (Unicef) en Argentina, señala: «el castigo disciplinar no es una opción válida para educar y generalmente es proporcional al nivel de stress y ansiedad de los adultos y no a la seriedad de los actos que hizo el chico o chica. La disciplina es el resultado del buen trato y el diálogo. Si los adultos cuidadores se ven desbordados por la situación, lo correcto es pedir ayuda a personas de confianza y a profesionales».
El 25 de abril es el Día Internacional de la Lucha Contra el Maltrato Infantil. La conmemoración tiene como objetivo poner en evidencia el problema del abuso contra los niños y niñas y la urgente necesidad de activar programas de prevención. La mejor manera de combatir el maltrato es siendo responsable de nuestros actos y evitar la naturalización de cualquier tipo de violencia. Los chicos son el futuro, y el futuro es hoy.
Más información:
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs150/es/
http://derechoshumanosaro.wordpress.com/2013/04/24/25-de-abril-dia-de-la-lucha-contra-el-maltrato-infantil/
http://www.anar.org/wp-content/uploads/2013/04/Informe-ANAR-2012-BAJA.pdf
http://www.unicef.org/lac/Boletin-Desafios9-CEPAL-UNICEF(2).pdf
http://www.nuestrasmanos.org.ar/
http://www.ieladeinu.org.ar/
