María Valenzuela es uno de los nombres que marcaron historia en las telenovelas de las últimas décadas, pero el día de ayer, en el programa «La Peña del Morfi» que condujo Georgina Barbarrosa, la actriz contó el terrible momento que atraviesa.
Ahora, se ha convertido en símbolo de lucha y fortaleza por lo que tuvo que atravesar junto a su hija Malena.
Valenzuela estuvo de paso en el programa de domingo y se abrió junto a la conductora. Recordaron sus comienzos y también contó que en un año en el que se encontraba sin trabajo vendió joyas a domicilio. Incluso llamaba personalmente y hasta ofrecía cuotas: «La gente me conocía la voz y no entendía nada, creo que por eso me recibían», aseguró.
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Luego dijo que actualmente pasa un mal momento económico: «Yo alquilo, yo perdí todo. Lo que tenía ahorrado lo perdí con un proyecto que era mi sueño, hacer un hotel con restaurante en el campo. Es un volver a empezar». El proyecto iba a ser cerca de Lujan, más específicamente en Villa Ruiz, detalló. Asimismo, dijo que ahora tiene un proyecto de restauración y venta de muebles: «espero que me vaya bien», expresó.
«Marita» se encuentra desarrollándose actoralmente6 con una obra en la calle Corrientes, llamada «Tom, Dick and Harry en el Multiteatro», junto a Mariano Martínez, el Bicho Gómez, Yayo Guridi, Gabriela Sari y Jorge Noya. La frutilla del postre de semejante elenco es la dirección de Nicolas Cabré.
Malena despierta
El momento más difícil en la vida, de quien hizo llorar y reír a un país entero con sus actuaciones, fue cuando su hija tuvo un ACV y tenía tan solo el 1,5% de probabilidades de vida, contó en «Podemos Hablar», junto a Andy Kustnesoff: «Yo no tenía idea de síntomas, factores de riesgo. A ella le dio un dolor fuerte en el oído me vino a buscar y se desmayó, luego vomitó y llamé a emergencias», explicó.
«Por minuto se mueren dos millones de neuronas» cuenta María Valenzuela, remarcando la importancia de actuar con velocidad. Y cerró con tres test rápidos: «Hacer sonreír a la persona; hay que chequear si se le tuerce la boca. No poder expresarse. Y hacer que levante los brazos: si un brazo se le cae quiere decir que está sufriendo un ACV.»
También contó que cayó en una depresión muy grande y le pidió a sus hijos que la internaran para poder recuperarse, aunque agregó que ahora había mejorado: «como todo el mundo con altibajos».
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Ya en la mesa de Mirtha había contado que no comía por su depresión, que fue multicausal, por una seguidilla de cosas que tuvo que atravesar, incluido el fracaso de su negocio de hotelería y la muerte de un amigo muy querido: «Me tire en la cama. Fui a ver un psiquiatra y me agarró un ataque de pánico que no podía salir».
Los ataques de pánico la hacían llorar, sentirse insegura en la calle y necesitaba estar en su casa que sentía su refugio.
En Infobae nuevamente fortalecida hace unos meses dijo: «Cuando está la parca cerca yo lo que hago es accionar».
Hoy en su cuenta de Instagram con más de 126 mil seguidores recauda dinero para fundaciones y personas que lo necesitan relacionados a temas de salud, comparte momentos felices junto a sus hijos y sus perros, también recomienda cuentas de emprendedores para ayudar y Georgina Barbarrosa le recomendó subir las fotos de sus muebles así que quizás pronto veamos más de María Valenzuela.
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