El juicio por la muerte de bebés sigue en la ciudad de Córdoba y, en esta oportunidad, declaró Yoselín Rojas, madre de la primera criatura que murió en el Hospital Neonatal de la capital provincial. De acuerdo a los informes de autopsia, Angeline nació de manera normal con 3,6 kilos y fue el exceso de potasio lo que causó su muerte.
Durante su declaración, la mujer apuntó directamente contra Brenda Agüero, la enfermera que está en el banquillo de los acusados y a la que se acusa de causar la muerte de cinco bebés, entre ellos el de su hija Angeline.
Durante su exposición, Rojas aseguró que la enfermera “tenía una mirada fría, muy rara. Cuando le da el bebé a mi pareja, nos miraba muy raro. No sé si con lástima o cómo. Nos miraba de reojo. Es la persona que se llevó el bebé», contó.
Tras esos dichos, fue consultada si sabía a que lugar había llevado a su beba, a lo que respondió que «solo se la llevó. Se la lleva a mi bebé y a los cinco minutos regresa, pero sin mi hija«.
«Vi una foto de una enfermera. Quería saber quién era la persona de la que hablaban. Cuando la vi en la foto, vi que fue ella quien se llevó a mi bebé», explicó sobre su reacción al ver una foto de la acusada y relacionarla con ese episodio.
En otro tramo de la declaración, la mujer aseguró entre lágrimas que su hija Angeline «fue envenenada con potasio. Le habían puesto una alta dosis de potasio«.
Además, de acuerdo con su relato, narró que su hija estaba bien de salud, pero a los 15 minutos los médicos le informaron que su condición se había complicado y que la niña había sufrido un “inexplicable paro cardiorrespiratorio”.
“Nos hicieron creer que no pasaba nada, cuando estaban pasando tantas cosas. Es un dolor grande. Vivimos ahora con ese dolor de por vida”, indicó. Finalmente, señaló que “yo sólo pido justicia. Por la muerte de mi bebé que se haga justicia. Hoy conté mi verdad por todos los bebés asesinados. Los mataron de forma cruel, bebés inocentes, no merecían morir».
“Lo único que me dejaron fue una foto de mi bebé, pero muerta. La tomó mi hermana, no quería que la tomara, pero ella me dijo que el día que quisiera verla me la mostraría. No pasaron ni dos meses que me entero de que mi bebé fue asesinada. Ahí me la mostró. Fue un dolor tan grande. Fue horrible. Es por eso que lloro ahora”, finalizó su duro testimonio entre lágrimas.