El trasfondo político que llevó a que un pueblo realizara su día de furia sobre las instituciones. ¿Qué conduce a que la rabia social alcance picos desesperados y logre que un pacífico pueblo en el sur bonaerense no sólo protagonice una pueblada dirigida contra la instituciones estatales, sino que incremente esa acción hasta la reprochable ira que causa colectivamente la muerte?
Por Diego Rojas (@zonarojas)
Quizás Monte Hermoso tenga la respuesta al interrogante. El sábado 23 se cumplía el sexto día de desaparición de Catherine Moscoso,de 18 años, cuando el cuerpo fue encontrado bajo la arena de algún lugar de su -aparentemente- tranquila costa. Entonces todo comenzó. Cuatro horas de rabia expresada con una movilización espontánea que incendió edificios públicos y viviendas privadas de funcionarios y que tuvo un pico desaforado de irracionalidad cuando un sector de la multitud la emprendió a golpes y patadas contra el abuelo de uno de los sospechosos del asesinato de Catherine. Juan Carlos «Gato» González, de 70 años, murió en la ambulancia que pudo llegar a rescatarlo.
La comisaría primero, luego la intendencia, después la fiscalía, más tarde la casa particular del secretario de Seguridad de «Monte», como le dicen sus pobladores (nótese que al decirle solamente «Monte» sus ciudadanos suprimen el adjetivo «hermoso»). Ricardo Trilches es el nombre del secretario de Seguridad cuya vivienda se consumió por las llamas. Es un nombre con historia, una oscura historia que conocían en el pueblo.
Trilches había sido jefe de la Dirección Departamental de Investigaciones de Mar del Plata cuando ocurrió el crimen de Natalia Melmann, en Miramar -que correspondía a la jurisdicción de investigación policial de Trilches-. La joven de 15 años también había desaparecido, se inició su búsqueda y su cadáver fue encontrado escondido en un vivero. Las pericias determinaron que Melmann había sido violada, torturada y estrangulada.
La chica había tenido un entregador que la señaló y facilitó a las bestias que la iban a violar y asesinar. Fue identificado. Respondía al nombre de Gustavo Daniel «El Gallo» Fernández. Se constató que las uñas de Melman tenían rastros de ADN de «El Gallo». Luego confesó que la entregó y ayudó a que la chica de 15 años fuera introducida ilegalmente a una patrulla con tres policías. Ellos la violaron, golpearon, quemaron y finalmente ahorcaron con el cordón de sus zapatillas.
Ricardo Anselmini, Ricardo Suárez y Oscar Echenique es el nombre de los policías bestias. ¿Y qué tiene que ver Trilches, el secretario de Seguridad de «Monte»? Según los registros de la época que recuperó el semanario de Monte Hermoso «El Local», Trilces había tenido participación en la fuga de «El Gallo».
Quizás para proteger a la banda de sus colegas policías que solían protagonizar fiestas oscuras de drogas y sexo con jovencitas y que con Melmann se habían «zarpado». Así lo cuenta el registro de 2001 que publica «El Local»: «El ministro Ramón Verón dispuso también el demorado relevo del comisario Ricardo Triches, jefe de la DDI de Seguridad de Mar del Plata, a quien se le atribuyó responsabilidad en la fuga inicial del único imputado, Gustavo “El Gallo” Fernández». Un rol oscuro en un caso que remite inexorablemente al de Catherine y que fue comentado por los vecinos de «Monte» antes de que ese cadáver apareciera. «La gente conoce su prontuario -explica Julia Lagleyze, una de las organizadoras y miembro del Plenario de Trabajadoras local-. Es un hombre turbio y muchos lo marcan como un cómplice del narcotráfico».
Se quemó la fiscalía (que durante toda la búsqueda de Catherine no cambió la carátula inicial caracterizándola como «fugada por voluntad propia»), la comisaría (cuyos policías no encontraron el cadáver hasta siete días después de su desaparición) y la municipalidad, el centro político de «Monte» y núcleo central del estado de las cosas.
«Conformamos junto a familiares y vecinos una Comisión por Justicia por Catherine -continúa Lagleyze-. Hay una línea de investigación que tiene como centro a una amiga de la víctima que sufre un retraso madurativo y muchos dicen que se los quiere inculpar como perejiles para no investigar la pista de un auto con tres personas que se habría llevado a Catherine y que fue la primera línea investigativa. Tal vez esa línea conduzca a las sospechas por proxenetismo que rondan el caso».
Algo huele a podrido, y no es en el Estado de Dinamarca, sino en «Monte». El año pasado Horacio Asensio, secretario de Deportes del municipio, renunció abruptamente cuando se dieron a conocer denuncias por abusos de menores. Se dio a la fuga. El hombre, miembro del aparato político local, permanece prófugo de la justicia. Asensio era también técnico del equipo de hockey del Club Atlético Monte Hermoso y habría abusado de varias de sus integrantes. Otro caso de abuso contra mujeres. Y quizás de protección política al delincuente.
«Realizamos una marcha el domingo de 500 personas y el lunes de 250 reclamando justicia, ahora queremos organizar bien el reclamo», dice Lagleyze.
-¿Qué dice la población sobre el linchamiento?- pregunta Border.
-Hay una situación muy extraña. El linchamiento fue terrible, cualquier persona tiene derecho a un juicio, incluso los culpables de un crimen. Es un tema tabú, tanto como el de una vecina que perdió un ojo durante la represión policial. Son temas que debemos elaborar todavía.
-¿Cómo continuará el reclamo por justicia?
-Estamos organizando la asamblea y queremos realizar actividades de difusión y conscientización. El 3 de junio nos sumaremos a las movilizaciones en el país contra los femicidios. Haremos actividades especiales por el crimen de Catherine Moscoso y exigiremos justicia y castigo a los culpables.
Una rabia inaudita atravesó al tranquilo balneario de Monte Hermoso. Otro crimen contra una mujer. Otro lugar donde la población percibió que el Estado es responsable. Una razón más para movilizarse por #NiUnaMenos.