Este martes, los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque se encuentran en medio de un caos operativo debido a asambleas sorpresivas realizadas por diversos gremios aeronáuticos. Las acciones, lideradas por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) y la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA), están causando demoras, desvíos y cancelaciones de vuelos, afectando a miles de pasajeros.
Las asambleas, que se desarrollan desde las primeras horas del día, se deben a la preocupación de los trabajadores ante la posible privatización de Aerolíneas Argentinas y los despidos recientes en el sector. Estas medidas de fuerza se llevan a cabo en distintos puntos del país, y continuarán hasta el 7 de julio, según informan los gremios involucrados.
La medida también involucra a los trabajadores de Intercargo, empresa que presta servicios de rampa a la mayoría de las aerolíneas, con excepción de Aerolíneas Argentinas, American Airlines y Flybondi. Las asambleas de los maleteros aumentan la complejidad de la situación, generando más demoras y complicaciones operativas.
Las autoridades de los aeropuertos y las compañías aéreas aconsejan a los pasajeros mantenerse informados a través de los canales oficiales y, de ser posible, reprogramar sus vuelos. A pesar de los esfuerzos por reducir las molestias, la magnitud de las protestas complica la normalización rápida de los servicios.
En declaraciones a la prensa, un delegado de APLA argumentó: «Nuestra lucha es por la estabilidad laboral y los derechos de los trabajadores. La privatización y los despidos ponen en riesgo no solo nuestros empleos, sino también la calidad del servicio aéreo en Argentina.»
El impacto de estas medidas se extiende más allá de los aeropuertos principales. En varias provincias, los vuelos domésticos también sufren alteraciones, afectando a quienes dependen del transporte aéreo para sus actividades diarias y laborales.
El conflicto en el sector aeronáutico subraya una tensión creciente entre los gremios y el Gobierno. Los sindicatos demandan respuestas claras y soluciones efectivas a sus pedidos, mientras los pasajeros y las empresas esperan una pronta resolución que permita restablecer la normalidad en los servicios aéreos. Hasta ahora no hubo una respuesta oficial del Gobierno.