En Argentina, cada 4 de marzo se homenajea el Día del Hermano, una festividad que, aunque carece de un origen oficial, se ha ido asentando en la cultura del país como una jornada para resaltar la importancia de estos lazos.
Contrario al Día Mundial del Hermano, que se celebra el 5 de septiembre en honor a la Madre Teresa de Calcuta, la versión argentina se basa más en tradiciones locales y en el espíritu de solidaridad.
A pesar de que en varias partes del mundo la conmemoración se ubica en el 5 de septiembre, en nuestro país se ha establecido el 4 de marzo como una fecha significativa para enfatizar la fraternidad. Aunque no hay documentos que expliquen por qué se eligió precisamente este día, muchos expertos opinan que el auge de las redes sociales y la tecnología ha contribuido a popularizar esta celebración.
Un aspecto interesante es que, mientras el Día Mundial del Hermano fue fundado en memoria de la Madre Teresa, quien falleció en 1997 a los 87 años, en otros países también se han adoptado diferentes fechas. Por ejemplo, en Estados Unidos, la celebración es el 10 de abril y en varias naciones europeas se opta por el 31 de mayo. Estas fechas no necesariamente están formalizadas, pero sirven para destacar la conexión especial entre hermanos, sin importar si son de sangre o amigos cercanos.
Este día se convierte en una oportunidad ideal para enviar mensajes emotivos a los hermanos o amigos. Frases de autores célebres son perfectas para expresar la importancia de la hermandad. En el emblemático poema "Martín Fierro", el autor José Hernández resalta que "Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera".
Otras citas inspiradoras incluyen: "Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo siempre será un hermano" (Benjamin Franklin) y "A veces ser un hermano es incluso mejor que ser un superhéroe" (Marc Brown). En esta especial jornada, muchas personas aprovechan para recordar a sus hermanos y amigos cercanos cuánto valoran su relación, reflexionando sobre la solidaridad, el compañerismo y la complicidad que son esenciales en cualquier vínculo fraternal.