¿Puedo ser mamá cuanto se me cante?

Por: Leo Coscia @LeoCoscia

La maternidad es vivida  aún hoy como un mandato social. Como un estado superior a no serlo. Pero, que variantes de maternidad tienen las mujeres que se pasaron su vida concentradas en otras cosas y a los 40 recién encaran el proyecto de tener un bebito. ¿Es posible?

Por Leo Coscia (@leocoscia)

La salud reproductiva y la decisión sobre el propio cuerpo son terrenos en los que la mujer trabajó mucho para conquistar y sigue haciéndolo. La investigación en ese área acompaña esta lucha por la igualdad a partir de ofrecer técnicas y métodos que le permitan decidir el mejor momento de ser mamá. ¿Cuáles son y cómo han impactado?

Sergio Pasqualini, director científico de Halitus Instituto Médico y presidente de Fundación REPRO, explicó que en aquellos países donde las mujeres lograron avanzar en sus derechos, «la maternidad es una decisión, tanto para aquellas que deciden no tener hijos aún como para quienes realizan hasta lo imposible para tenerlos». Por eso, Pasqualini se refirió a la decisión de las mujeres de postergar la maternidad y sobre cuáles son los métodos con los que cuenta.

Antes de la enumeración, cabe destacar que los centros de fertilización asistida privados no son la única opción. Por caso, el Centro de Fertilidad del Hospital de Clínicas a cargo del Dr Gómez Pasanante se caracteriza por calidad humana y excelencia académica. Allí podés atenderte gratuitamente y con los mejores médicos. Sólo tenés que acercarte al quinto piso, en el sector de Ginecología. Imaginate que tan bueno es el servicio que varias obras sociales como el Hospital Aleman u OSDE lo cubren. Las técnicas de fertilización asistida son las instrumentadas en todos los centros. Uno de los precursores del método es el dr Pasqualini que explica de qué se trata.

La vitrificación como oportunidad

Pasqualini destacó que la vitrificación de óvulos «es una excelente respuesta que la ciencia da a estas necesidades personales, económicas y/o culturales». 

«Aquellas mujeres en edad fértil que sepan que su decisión es postergar la llegada de su primer hijo, pueden recurrir a esta técnica. El beneficio es que se conservan los óvulos de la “edad” del momento en que se congelaron, por lo que la mujer puede decidir ser madre a las 40 pero con sus óvulos de cuando tenía 32, por ejemplo», explicó el médico. El procedimiento consiste en estimular los ovarios con hormonas para que se produzcan varios óvulos –la cantidad dependerá de la capacidad de respuesta del ovario-, luego se aspiran los folículos que contienen los óvulos y se congelan para su conservación. «La técnica utilizada es la vitrificación que es la variante de congelamiento con descenso brusco de la temperatura y que permite lograr muy buenos resultados al descongelarlos», detalló.

Claro, muchas mujeres lo hacen porque aún no encontraron la pareja con la que proyectar una familia y hasta que ese hombre aparezca los óvulos se conservan allí. Pero hay otras corajudas que sienten la necesidad de ser madres, más allá de si tienen compañero. Hay cientos de historias de mujeres de 48, felices con sus hijitos pequeños que decidieron criar solas y ésta es una opción siempre. Pero ¿cómo se suple la falta de una pareja? «En estos casos aparece una necesidad: el semen de banco. Se requiere una muestra concordante con el perfil genético de la paciente y se recurre a la inseminación intrauterina. En caso de que la mujer presente problemas reproductivos se debe utilizar técnicas de fertilización in Vitro. En algunos casos, debido a la edad avanzada de la paciente es necesario recurrir también a la ovodonación», informó Pasqualini.

Por otro lado, manifestó que en el caso de la decisión de una mujer de ser madre estando en pareja con otra mujer, «ambas deben ser evaluadas desde el punto de vista de la fertilidad» ya que «si bien muchas veces ellas vienen decididas sobre quién llevará el futuro bebé en su vientre, muchas veces no es la mejor opción y tendrían más oportunidades si la otra llevara adelante el embarazo. La evaluación de ambos miembros debe realizarse como en el caso de una pareja heterosexual». «Las opciones dependerán de los resultados de los estudios pero, una vez más, también en este caso aparecerá la necesidad de semen de banco. Y el tratamiento a realizar podrá ser, una vez más, inseminación intrauterina o, si existen problemas reproductivos, técnicas de fertilización in Vitro», remarcó.

Es un hecho que la postergación de la maternidad  lleva al aumento de las tasas de infertilidad, y eso se debe casi exclusivamente a los cambios que se producen en los ovarios.  Después de los 40 años, en general  los óvulos están envejecidos y las modalidades de tratamiento médico como la fertilización in vitro (FIV) ya no son suficientes. Para resolver estos problemas de con disminución de la fertilidad relacionada con la edad, es necesario el uso generalizado de la donación de óvulos.

Una técnica recomendada para aquellas parejas con problemas de fertilidad o pérdida recurrente de embarazo, es el diagnóstico genético preimplantatorio (PGD), que permite la búsqueda y detección de anomalías numéricas en los cromosomas somáticos y sexuales en embriones producidos por fecundación in vitro, para prevenir la aparición de la trisomía 21 (Síndrome de Down), trisomía 18 (Síndrome de Edwards), trisomía 13 (Síndrome de Patau), monosomía del X (Síndrome de Turner) o trisomías como el Síndrome de Klinefelter. Por medio de una biopsia del embrión antes del día 5 de fecundado, permite el análisis de los 23 pares de cromosomas previo a su implantación. Esta técnica es una herramienta sumamente útil, que ofrece mayor efectividad y menores riesgos genéticos, indicado en las parejas que tienen problemas de fertilidad o antecedentes de pérdida recurrente del embarazo.

“Este tipo de estudios, constituye un adelanto de la ciencia muy importante para quienes sufren imposibilidades de alcanzar un embarazo. Las anomalías que detecta son causas de fallas de implantación y/o riesgo de abortos, lo que implica el fracaso del tratamiento y una frustración emocional. Detectar el estado de normalidad desde el punto de vista cromosómico en los embriones, tiene como objetivo aumentar el éxito de los tratamientos y la disminuir el riesgo genético en la descendencia. Este es un mensaje muy importante que queremos transmitir en el marco del mes de la prevención de la infertilidad”, informa el Dr. Sergio Papier Director Médico del  Centro de Estudios en Genética y Reproducción (CEGyR).

Hoy la mujer es una mujer distinta y eso conlleva cambios. Su ingreso al mercado laboral y su creciente necesidad de autorrealización, el hecho de despojarse de tabúes y creencias, el acceso a muchísima información a partir de la tecnología llevaron a la conformación de familias diferentes. «Ya sea porque esa realización llevó a la postergación de su vida como mujer, mamá y esposa, o porque esa nueva libertad le permitió tomar decisiones sobre querer o no un hijo, o varios, con quién tenerlos y en qué momento preciso comenzar la búsqueda. De eso se trata también el empoderamiento femenino», concluyó Pasqualini.

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