Bruno, tenía 25 años y era un apasionado hincha de Rosario Central y seguidor de la música del Indio Solari. Se desempeñaba como playero en una estación de servicio en la zona oeste de la ciudad. El sábado por la noche, mientras realizaba su trabajo, fue brutalmente atacado por un sicario que le disparó varias veces, causándole la muerte.
El crimen dejó a su familia, amigos y a toda la comunidad consternados. Bruno era más que un joven trabajador; era técnico electromecánico egresado de la Técnica Nº 466 «Manuel Savio», con sueños y aspiraciones por delante. En su perfil de redes sociales, compartía momentos de alegría junto a su pareja Jimena y su pequeña familia, vestidos con los colores de su amado equipo de fútbol.
El ataque perpetrado contra Bruno no solo arrebató una vida joven e inocente, sino que también sembró el temor en la ciudad. Una nota amenazante dejada en el lugar del crimen apuntaba contra el gobernador, Maximiliano Pullaro y el ministro de Seguridad, Pablo Cococcini, generando aún más preocupación en la comunidad.
A raíz de este brutal hecho, las estaciones de servicio de la ciudad decidieron cerrar sus puertas durante la noche como medida de precaución, en solidaridad con la pérdida de Bruno y en un intento por garantizar la seguridad de sus empleados. Además, el servicio de transporte público redujo sus frecuencias, y los recolectores de residuos no trabajarán por las noches, como medida de protesta, y ante el temor que impera en la ciudad.
Mientras tanto, la investigación por este terrible crimen sigue su curso, a cargo del fiscal Adrián Spelta de la Unidad de Homicidios Dolosos de la Fiscalía Regional Segunda Circunscripción. Se busca esclarecer los motivos detrás de este acto de violencia sin sentido y llevar a los responsables ante la justicia.
El asesinato de Bruno se suma a una ola de violencia que sacude a Rosario en los últimos días, con el asesinato de dos taxistas y el ataque a un colectivero. Estos actos, según las investigaciones, no estarían relacionados con el narcotráfico, sino que formarían parte de un mensaje mafioso dirigido al gobierno local.