En varias entrevistas con medios de comunicación de la Capital, Catalina Peña, abuela de Loan, reconoció que “no sospecha de nadie de la mesa” por la desaparición del niño de 5 años, porque “son gente de su confianza”.

Tras 12 días de desesperación, todo Corrientes se movilizó para buscar a Loan o manifestarse en las calles para pedir justicia. Hasta el momento hay seis detenidos por posible captación de persona con fines de explotación, aunque la abuela aseguró que algunos le dijeron que «quizás el Pomberito se lo llevó”.

Después de esta declaración, miles de usuarios en las redes sociales criticaron a Catalina por los dichos y se preguntaron también por el origen de la mítica criatura, que a muchos extrañó.

QUIÉN ES EL POMBERITO

El Pomberito, también conocido como Pombero, es una figura del folclore guaraní de Argentina y Paraguay. Se le describe como un ser pequeño y «travieso» que habita en los bosques y protege a los animales silvestres.

Según la abuela, también toma a niños y los «mete» dentro de los troncos de los arboles: «Dicen que se lleva a las criaturas», afirmó.

Por lo general, es descrito como un hombre pequeño, de piel morena, cabello y barba largos y desaliñados. Se dice que tiene los pies al revés para confundir a quienes intentan seguir sus huellas, dice el mito.

Según la tradición, difundida por relatos orales de los pueblos originarios de Sudamérica, posee poderes sobrenaturales, como volverse invisible y moverse con gran rapidez. Además, podría imitar sonidos de animales y emitir silbidos estridentes para asustar a quienes se internan en su territorio.

Por otro lado, la creencia dice que el Pomberito es visto como el guardián de la flora y fauna del bosque. Castiga a quienes dañan el medio ambiente, cazan animales sin necesidad o destruyen árboles indiscriminadamente. Los castigos pueden ir desde hacer que las personas se pierdan en el bosque hasta enfermarlas.

Con respecto a lo dicho por la abuela, en algunas versiones del mito, el Pomberito tiene una especial afinidad por los niños y puede secuestrarlos si se portan mal o si están desatendidos por sus padres. Sin embargo, también se dice que protege a los niños que se pierden en el bosque, guiándolos de regreso a sus hogares.

Incluso muchas personas le hacen ofrendas al entrar a bosques para mantenerse a salvo. En algunos casos dejan tabaco, miel, caña de azúcar o hasta licor.