A medida que pasan los días comienzan a salir a la luz más historias relacionadas con el papa Francisco y su vida.
Y, justamente, una de las personas más importantes que tuvo a su lado durante sus últimos años fue su enfermero Massimiliano Strappetti a quien conoció en año 2021 en el Policlínico Gemelli, mientras el Sumo Pontífice se recuperaba de una operación por una estenosis diverticular. En ese marco, el profesional de la salud le recomendó realizarse la intervención quirúrgica y, de esa forma, le salvó la vida.
Con una salud cada vez más deteriorada, Bergoglio y Strappetti comenzaron a verde más seguido de forma casi obligada, pero eso hizo que el vínculo entre ambos se vaya afianzando al punto tal de convertirse en una relación de confianza. De esa forma, se transformó en su enfermero personal.
Strappetti, de 54 años pasó a ser en 2024 el asistente sanitario personal de Francisco. Su tarea consistía en cuidar al Papa y comunicarle cualquier novedad al equipo médico, pero también le servía de apoyo emocional.
Los últimos días del Papa y el rol de Strappetti
Cuando Francisco recorrió por última vez la Plaza San Pedro para saludar a los fieles el durante el Domingo de Pascual Strappetti tuvo un papel fundamental. Esa recorrida fue el último contacto del Papa con la gente y la última vez que se lo vio con vida.
Cuando Francisco le preguntó a Strappetti si sería capaz de dar una vuelta en el Papamovil, el enfermero lo tranquilizó y lo alentó a hacerlo. “Gracias por traerme de vuelta a la Plaza”, le dijo sonriente pero cansado por el esfuerzo realizado.
El 21 de abril a las 5.30 de la madrugada, Strappetti notó que algo no andaba bien con la salud del Santo Padre y se comunicó de inmediato con uno de sus médicos Sergio Alfieri.
Además, fue quien empujó la silla de ruedas cuando el Papa no podía movilizarse por sí mismo.