Paloma Abigail Gallardo y Josué Salvatierra fueron hallados muertos en un descampado del municipio de Florencio Varela que se encontraba en el recorrido diario de ambos, entre sus respectivas casas y el gimnasio del barrio al que concurrían. Aún no hay detenidos y la Policía investiga cómo se produjeron los asesinatos.

Los padres de Paloma relataron que el jueves, día de su desaparición, la joven de 16 años salió de su casa con lo puesto y una botella de agua. Tenía pensado volver a su casa después de su clase de gimnasia, a la que iba siempre con Josué.

Ambos se conocieron en la Escuela Secundaria N°63 de Bosques. Ella, dos años mayor que él, cursaba el quinto año, mientras que Josué, de 14 años, estaba en segundo.

Era habitual que asistieran juntos al gimnasio, caminando las cuadras que los separaban de sus respectivas casas. Sus familiares contaron que la amistad que habían forjado en el colegio, con el tiempo se transformó en algo más y en el último tiempo ya eran novios.

«Paloma era un ser especial, muy amada, todo el barrio vino a darnos sus condolencias cuando se enteraron lo que había pasado», comento su madre, Alicia Pita, a los medios. Tenía un hermano mayor, mientras que sus padres están a cargo de un programa religioso en YouTube, a través del cual transmiten enseñanzas de fe cristiana.

Josué, por su parte, formaba parte de una familia trabajadora. El hermano de Paloma confirmó que con Josué eran novios y dijo que ambas familias van a participar de los sepelios. «Mis papás están hechos un desastre, no quiero decir qué hipótesis tengo», sostuvo.

El padre de la menor, Omar Gallardo, por su parte, sostuvo a la prensa que «nunca» se opuso al noviazgo de las víctimas y anticipó que este martes ofrecerá una conferencia de prensa. Reveló que «en la comisaría se le rieron» y que «tardaron mucho en buscar a su hija y a Josué».

«Pensé en un posible secuestro, pedí que investiguen la hipótesis del rapto», consideró, y añadió que «observó distintas marcas en el cuerpo de Paloma».