La posible reintroducción del impuesto a las Ganancias encendió las alarmas entre los trabajadores del gas, quienes hicieron una severa advertencia al Gobierno sobre la adopción de medidas de fuerza si el proyecto de Ley Bases y Pacto Fiscal se aprueba en el Congreso.
Tras conocerse detalles del acuerdo entre el Gobierno y los senadores sobre los alcances del Impuesto a las Ganancias, la Federación de Trabajadores de la Industria del Gas Natural de la República Argentina (FETIGNRA) manifestó su preocupación públicamente. Guillermo Mangone, secretario general de la FETIGNRA, sostuvo: «Si nos restituyen Ganancias, seguramente vamos a ir a medidas de fuerza. Nadie va a querer hacer guardias y va a estar en peligro el servicio».
La vuelta del impuesto a las Ganancias -que fue eliminado para gran parte de los trabajadores en octubre pasado- afectaría profundamente a los empleados del sector gasífero, quienes ya enfrentan duras condiciones laborales. En este marco, el líder sindical explicó que los trabajadores del gas operan en turnos de 12 horas y realizan guardias pasivas debido a las necesidades operativas y de seguridad.
La preocupación principal radica en el impacto financiero que tendría la restitución del impuesto sobre los salarios de los trabajadores. Los empleados del gas, considerados personal esencial, deben realizar horas adicionales de carácter obligatorio, lo que eleva sus ingresos. Sin embargo, la reintroducción del impuesto a las Ganancias se llevaría una porción significativa de estos ingresos adicionales, disminuyendo sustancialmente el poder adquisitivo de los trabajadores.
Mangone destacó la gravedad de la situación, indicando que «existe una profunda preocupación entre los trabajadores, quienes ya sufren bajo un esquema de trabajo y turnos rotativos exigentes».
Este potencial retorno del impuesto coincide con una crisis existente en el sector del gas, exacerbada por la falta de progreso en obras clave necesarias para asegurar un suministro estable y seguro. Este retraso en las obras incrementó la presión sobre los trabajadores. La situación actual plantea un escenario incierto en el que el suministro de gas podría verse comprometido si no se alcanzan acuerdos entre los trabajadores y el Gobierno.
La advertencia de los trabajadores del gas llega en un momento crítico, donde la estabilidad del servicio está en juego. Las demandas de los empleados no solo buscan proteger sus salarios, sino también garantizar la continuidad y seguridad del suministro de gas a nivel nacional.
Es así que, de sancionarse la ley y aplicarse el gravamen podría faltar gas en los hogares e industrias del país, afectando igual a la seguridad y continuidad del servicio de transporte y distribución de gas.
