El festejo de un cumpleaños en el colegio Madre Teresa de Calcuta, en Salta, terminó en un caos inesperado. Tres estudiantes fueron expulsados tras llevar una torta preparada con clonazepam, un potente ansiolítico. La celebración, que parecía inofensiva, terminó con tres alumnos hospitalizados, incluyendo a la cumpleañera.
El viernes, alrededor de las 13:20, los estudiantes comenzaron a consumir la torta durante una celebración de cumpleaños en el aula. Todo parecía normal hasta que, a las 16:30, la cumpleañera empezó a sentirse cansada y mareada. Fue llevada de urgencia al hospital San Bernardo, donde le realizaron un lavado gástrico tras confirmar que había ingerido clonazepam. Poco después, otros dos compañeros presentaron síntomas similares y también fueron hospitalizados.
Las autoridades del colegio descartaron rápidamente que se tratara de una broma de mal gusto. Alejandro Vilte, director del colegio, declaró: “No asocio esto como una broma. Es una actitud irresponsable que puso en peligro la vida de los compañeros”. La gravedad del incidente llevó a una sanción inmediata y contundente: la expulsión de los tres alumnos responsables.
Se supo que la torta contenía “varias pastillas disueltas” de clonazepam, según comentaron algunos compañeros. Aunque no se determinó cómo obtuvieron el medicamento, Vilte especuló que los adolescentes pudieron haberlo sacado de sus hogares, donde algún familiar lo consumía. “Probablemente, alguien en la casa consume esa medicación”, señaló Vilte.
La situación provocó una serie de reuniones entre representantes de los ministerios de Educación, Salud y la Policía salteña. Tras la investigación, se decidió expulsar a los tres alumnos implicados en la elaboración y distribución de la torta. Vilte explicó: “Pregunté quién había traído la torta y las compañeras me dijeron quiénes eran, tres compañeros, con nombre y apellido”. Los padres de los alumnos ya recibieron el pase para que sus hijos continúen sus estudios en otras instituciones.
El director del establecimiento aclaró que el incidente fue completamente inesperado, ya que no había antecedentes de mala conducta ni denuncias de bullying en el curso. “No fue algo que venían planificando. En el curso, no hay problemas de conducta entre compañeros. No había antecedentes que indicaran que esto podría suceder”, afirmó.
El director subrayó la necesidad de que otras instituciones educativas investiguen a fondo los motivos de los pases de colegio para entender mejor la situación y prevenir futuros incidentes. “No es común. No teníamos situaciones así. Nunca había pasado”, concluyó Vilte, tratando de deslindar responsabilidades.