La escena turística argentina se ve afectada por la incertidumbre económica, las recientes medidas gubernamentales y los cambios en la administración, marcando un quiebre en la resistencia que solía caracterizar a estos destinos.
La temporada turística 2024 se vio afectada por la incertidumbre económica y las recientes medidas gubernamentales, reflejando una disminución en las reservas y una falta de claridad en la planificación. Desde Mar del Plata hasta Bariloche, los destinos luchan contra la incertidumbre, con repuntes esporádicos como el fin de semana de Año Nuevo en Mar del Plata. A pesar de esfuerzos locales, las preocupaciones sobre la temporada persisten, destacando la necesidad de adaptación y la esperanza en el turismo internacional como posible salvavidas.
En este contexto, Bernardo Martín, presidente del Ente Municipal de Turismo y Cultura, señaló una desaceleración en la creación de nuevas reservas, vinculada a la incertidumbre generada por las últimas medidas gubernamentales. Aunque no hay una caída en las reservas, muchos turistas prefieren esperar antes de planificar sus vacaciones.
Sin embargo, el fin de semana de Año Nuevo presentó un repunte, con más de 165,000 turistas llegando a Mar del Plata, un 13% más que el mismo fin de semana en 2022, y la ocupación hotelera alcanzó el 74%.
En Villa Gesell, la incertidumbre predomina. El intendente, Gustavo Barrera, manifiestó una preocupación por cómo se desarrollará la temporada. En este punto turístico si hubo baja de reservas tomadas y desde el ente de turismo están analizando acciones a diario.
Pinamar experimenta una situación similar, con un porcentaje de reservas bajo y preocupante según Gustavo Sosa, presidente de la Cámara de Comercio.
En el Partido de la Costa, Guillermo Favale, secretario de Turismo, informó una disminución significativa en las reservas hoteleras, pasando del 68% al 31%. A nivel hotelero, las reservas alcanzan el 60% de la capacidad, y la incertidumbre obstaculizó la planificación.
Córdoba vive una situación similar, con un nivel de reservas hoteleras del 55%, contrastando con el año anterior que a esta época del año ya alcanzaba el 85/90%. En este marco, Alejandro Kobelt, vicepresidente de la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica de Calamuchita, indicó una disminución en las consultas y algunas cancelaciones.
Mendoza afronta un panorama más complejo, con reservas promedio del 40%, un 10% menos que el año pasado. Fabio Sat, de la Cámara de Turismo de San Rafael, sugirió que el turismo internacional podría ser clave para salvar la temporada.
Bariloche enfrenta incertidumbre, con preocupación por el bajo porcentaje de reservas y bloqueos de habitaciones no confirmados. El presidente de la Cámara de Turismo, Néstor Denoya, afirmó que la comercialización se detuvo para enero y no se esperan buenos números en febrero.
