Una joven voluntaria de 21 años identificada como Brisa Páez, sufrió un duro accidente durante un entrenamiento antidisturbios y quedó internada en estado crítico como producto de las serias lesiones recibidas.
De acuerdo con lo que se pudo reconstruir, la joven se encontraba realizando ejercicios de simulacro de control de disturbios cuando uno de los instructores la golpeó con violencia. A raíz del impacto, cayó hacia atrás golpeando su cabeza contra el piso.
Pese a que la joven quedó desorientada, la práctica continuó durante varios minutos sin que nadie se percatara de lo grave de la situación.
Más tarde la joven aseguró sentir un fuerte dolor de cabeza por lo que fue atendida por el médico de la base, pero ya habían transcurrido varias horas desde el accidente.
El galeno la atendió y ordenó que Páez sea trasladada al hospital militar de Campo de Mayo. Allí, la joven comenzó a perder sensibilidad del lado izquierdo del cuerpo y se la volvió a trasladar a otro nosocomio.
Cuando llegó al Hospital Militar Central del barrio de Belgrano su cuadro había empeorado y tuvo que ser inducida al coma formacológico. Los estudios determinaron que sufrió una dura lesión denominada axonal difusa, un grave daño en su cerebro que se produce cuando hay una aceleración y posterior desaceleración de forma muy brusca.
Ordenaron la detención de nueve personas
Luego del accidente, varias compañeras de Páez comenzaron a hablar del tema y manifestaron que la joven habría sido objeto de malos tratos de parte de los instructores, incluso apuntaron contra uno en particular.
Luego de conocerse el caso y el estado de Brisa, la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado ordenó la detención de nueves personas tras realizarse allanamientos y las instalaciones de la Base Naval y en los domicilios de las personas investigadas.
Según el Código de Disciplina Militar las sanciones para las personas implicadas serían muy duras.
