Un mujer argentina fue detenida en Indonesia bajo la acusación de tráfico de drogas, enfrentándose a las estrictas leyes del país, que contemplan penas que incluyen la ejecución. La mujer, de nacionalidad argentina y un hombre británico, están implicados en el traslado de 324 gramos de cocaína hacia la isla turística de Bali.
El caso comenzó cuando los oficiales de la Agencia Nacional de Narcóticos de Indonesia, guiados por información de inteligencia, interceptaron a la mujer en el aeropuerto internacional “Ngurah Rai” de Bali tras un vuelo procedente de Dubái. En la operación se logró incautar la sustancia ilícita, y ahora las autoridades están investigando el posible vínculo de los sospechosos con una red internacional de narcotráfico.
Antecedentes y la dureza de las penas
El jefe de la agencia antidrogas de Bali, Rudy Ahmad Sudrajat, informó que las pesquisas continúan con el objetivo de identificar a los responsables detrás de la distribución y detener la propagación de esta red global de tráfico. Según declaraciones, la mujer argentina, habría recibido la cocaína en México por parte de un británico que le prometió una suma de 3.000 dólares por completar el traslado.
El país asiático ha sido escenario de controversias por casos similares. En el pasado, un ciudadano brasileño fue ejecutado por narcotráfico, desatando críticas internacionales por la dureza de las leyes. La mujer trabajaba como peluquera antes de aceptar el trato para traficar la droga hacia el país de oriente. La historia trascendió ya que la mujer puede afrontar una condena con pena de muerte por el delito.
En detalle, en Indonesia el tráfico de drogas es castigado con penas que incluyen entre 5 y 20 años de cárcel, la cadena perpetua o la pena de muerte por fusilamiento. Los antecedentes no son nada alentadores para esta mujer, ya que hace diez años atrás, Rodrigo Gularte (brasilero de 29 años) fue ejecutado luego de pasar diez años en el corredor de la muerte.