Valentino Pérez, un joven operario de 22 años, se enfrentó a un peligroso accidente mientras trabajaba en el desmonte del cableado de cobre en Tandil. El joven se encontraba a más de 8 metros de altura, cuando el poste de luz sobre el que se encontraba cedió, y su escalera perdió estabilidad.
A pesar de la situación aterradora, la fortuna sonrió a Valentino, quien sobrevivió con una vértebra fisurada, un fuerte golpe en la espalda y un corte en el dedo: “La verdad que tengo un Dios aparte. Fue algo que pudo haber terminado en una tragedia pero afortunadamente no sucedió», dijo valorando su suerte.
El accidente, capturado por una cámara de seguridad, podría haber tenido un desenlace trágico. Lo importante es que el joven atribuye la caída a su propia imprudencia: “Nosotros estamos capacitados para tantear todos los postes. La verdad que fue una imprudencia mía no tantear el poste ese y me subí sabiendo lo que podía pasar, porque estaba podrido”, dijo.
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Lo que sucedió es que el poste de luz en el que se encontraba trepado se desplomó, llevándose su escalera y dejándolo caer al vacío: «Yo estaba en shock y me temblaba el cuerpo. No caía en la realidad de que estaba vivo, porque yo sentía que no estaba ahí. Fue una caída muy alta, esos postes tienen 8,20 metros. Hay gente que se cae de 2 o 3 metros y se quiebra. Yo la saqué muy barata”.
Valentino agregó que mientras caía, esperaba el peor desenlace: “Fueron 10 segundos en los que pensé que no la iba a contar. Cerré los ojos y esperé lo que sea. El 1 por ciento de probabilidades que me haya salvado fueron esas: primero pego en el árbol y después en la casa de una señora. Luego impacto contra una casilla de gas”, expresó.
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Por último agregó: “La verdad que tengo un Dios aparte. Fue algo que pudo haber terminado en una tragedia pero afortunadamente no sucedió. Yo estaba en shock y me temblaba el cuerpo. No caía en la realidad de que estaba vivo, porque yo sentía que no estaba ahí. Fue una caída muy alta, esos postes tienen 8,20 metros. Hay gente que se cae de 2 o 3 metros y se quiebra. Yo la saqué muy barata”, cerró.
La rápida respuesta de la Comisaría 3a de Tandil y la atención médica del Hospital Ramón Santamarina fueron fundamentales. Afortunadamente, los estudios médicos confirmaron que Valentino solo sufrió una herida cortante que requirió sutura, un trauma dorsal sin lesiones óseas agudas, y después de los exámenes de rigor, fue dado de alta con pautas de alarma.
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