En esta llamada época dorada de la televisión, cada vez son más frecuentes las incursiones de directores de cine que se suman a proyectos televisivos. Nombres reconocidos de la pantalla grande pegan un salto a la pantalla chica (cualquiera sea su soporte) para contar más historias, esta vez en forma de episodios. En esta nota te mostramos quiénes dieron el paso hacia las series.
Por Alejandra Casal
Las series de televisión y online están en pleno auge, eso es cada vez más evidente. Hasta las noticias nos cuentan todos los días sobre las novedades en el mundo de las series. Y, últimamente, escuchamos o leemos que directores de cine de gran renombre se ponen al frente de series para las cadenas televisivas o plataformas de streaming. Luego de fórmulas exitosas (como True Detective este año), es como si hubiera un imán que los atrae a dedicarse a los relatos por episodios. Nosotros los espectadores, agradecidos, claro.
Hoy, muchas series tienen gran calidad, lo que hace pensar (y repensar) el lugar de importancia que tienen en la cultura actual. Mientras en los cines comerciales se estrenan cada vez más películas “pochocleras”, en las series hay espacio para historias que se desarrollan con mucha creatividad y profundidad, y a lo largo del tiempo. El tratamiento cinematográfico es cada vez más común en las series, y los directores se ven seducidos con los proyectos y las oportunidades.
En el universo de las series, los actores famosos y los directores de cine tienen una zona donde también pueden triunfar, más allá de las carteleras de cine. Una buena cantidad de directores –muchos de ellos con premios importantes en su haber- se vuelcan hacia las series por varios motivos, entre ellos, el de un mayor control creativo sobre sus historias, y también los menores costos de producción. Por otro lado, también les da la chance a estos directores de contar las historias novelísticamente, con mayor desarrollo de personajes y líneas narrativas en el transcurso de varias horas, y no solamente en dos como suele pasar con las películas. Además, hay series para todos los gustos, con contenidos súper variados que apuntan a targets segmentados. Otro punto a favor: los tiempos de filmación de las series son menores en comparación con una producción fílmica. Y no olvidemos el éxito comercial –y de crítica- que ahora tienen las series, lo que puede resultar atractivo para directores de prestigio en la industria cinematográfica.
Por otro lado, las nuevas vías de consumo como el streaming, abren el juego a la series digitales, un nicho nuevo para todo tipo de contenidos que tal vez no tendrían éxito comercial en el cine. De este modo, muchos directores independientes se vuelcan al modelo de series que puede sobrevivir en la vida on demand, en vez de someterse a la tiranía del rating en los canales de aire o de cable. Al fin y al cabo, de lo que se trata en estas plataformas es de generar un “enganche” de suscriptores.
Esta modalidad de directores al frente de series se da de distintas maneras: algunos directores tienen control sobre una serie completa, como es el caso de Steven Soderbergh (conocido por Traffic) y su serie The Knick, en la que dirige y produce. En True Detective se dio el mismo caso, esta vez también con el escritor a cargo de la serie durante toda la temporada: Cary Fukunaga (quien había dirigido la película Jane Eyre), dirigió y Nic Pizzolatto la escribió completamente. Y es una tendencia que parece que llegó para instalarse, y que tal vez modifique la forma en que se hacía hasta ahora, con series cuyos directores y guionistas cambiaban con cada episodio.
Otros directores están involucrados en los proyectos de las series en roles como productores o bien dirigen uno o varios episodios: hace algunos años, Gus Van Sant dirigió el primer capítulo de la serie Boss, y Greg Mottola varios episodios de The Newsroom (de Aaron Sorkin, otro director con experiencia en cine). Otro caso similar es el de Martin Scorsese con Boardwalk Empire (de la cual dirigió el piloto y produjo temporadas), o David Fincher, quien dirigió los dos primeros capítulos de House of Cards. El veterano director Oliver Stone también se sumó con una serie histórica documental para Showtime, llamado The Untold History of the United States, emitido en 2012. Más recientemente, el director Alfonso Cuarón creó la serie Believe (y dirigió el piloto), producida por J.J. Abrams; Guillermo del Toro creó la serie The Strain, y también dirigió su piloto.
En cuanto a directoras, Jane Campion (directora de la aclamada película La lección de piano) escribió la miniserie Top of the Lake y dirigió algunos episodios. Lisa Cholodenko (The Kids Are Allright) recientemente ha participado como directora de la miniserie Olive Kitteridge, de pronto estreno en HBO.
La tendencia parece reafirmarse y el año que viene tendremos nuevas series con directores de cine al frente: David Fincher acaba de confirmar que se hará cargo de dirigir la versión norteamericana de Utopia, serie británica que tuvo bastante éxito en su lugar de origen, y con la escritora Gillian Flynn (autora del best seller Gone Girl) a cargo de la primera temporada. Por su parte, el director M. Night Shyamalan (Sexto Sentido) estará al frente de la serie Wayward Pines como productor y director de un episodio. Y hace poco el director David Lynch dio a entender en su cuenta de Twitter que habría una chance del regreso de su famosa y genial serie para tv, Twin Peaks.
Todo indica que tendremos un 2015 lleno de series con toque cinéfilo. Enhorabuena.