El mes pasado se publicó por Editorial Planeta el libro Titanes en el hit de Fernando Sánchez, una suerte de biografía autorizada de Los Auténticos Decadentes, combo que a esta altura no necesita presentación en el marco de la música popular argentina actual. La historia de los Deca está narrada por ellos mismos y por su entorno de forma coral, del mismo modo que el clásico Please Kill Me de Legs McNeil y Gillian McCain (que cuenta la génesis del punk en la Nueva York de los años 70) o Libertad divino tesoro de Oscar Jalil (la mejor semblanza escrita en libro sobre Luca Prodan), y es tan delirante como la multitud de canciones de la banda que ya están tatuadas en el corazón de todos. A continuación, un listado caprichoso con diez anécdotas que, al leerlas, sin dudas les arrancarán una carcajada. Esperemos que así sea.
1) “Braulio D’Aguirre fue nuestro segundo baterista porque el primero había sido el Negro Sting. ¡Un apodo espectacular! Decía que se parecía a Sting y se paraba el pelo, ¡pero era negro! Divino”. (Pablo Armesto, bajista de Los Auténticos Decadentes).
2) “Cucho piensa que Raquel es una persona real que habíamos conocido en Brasil. Y no es verdad. Lo dijo en varios lados y lo internalizó tanto que empezó a creer que había sido un episodio real. Para él, por ejemplo, la parte de ‘la encaramos en barra’ hacía referencia a que era una mina de Barra da Boa Vista, pero en realidad lo dice para hacer referencia a nosotros, al grupo. Es un tema sobre la cobardía del tipo que, ante un minón, avanza alentado por los amigos. Y Raquel es la palabra que pegaba con esa melodía, dos sílabas con acentuación aguda. ¡Nunca conocí a una Raquel, aparte!”. (Jorge Serrano, guitarrista, compositor y cantante de Los Auténticos Decadentes).
3) “¿Ustedes no prueban sonido?, nos preguntaban. ‘Una vez probamos y no nos gustó’, respondíamos. ¡Era verdad! Probamos un par de veces, no nos gustó y no probamos nunca más”. (Pablo Armesto).
4) “Ricky Maravilla había sacado un disco que tenía mucho de los Wawancó y nos encantaba. Una vez lo encontramos de casualidad en el centro, camino a uno de nuestros primeros shows en boliches. El lugar se llamaba Bulldog y era muy cheto. ‘Ricky -le dijimos- vení con nosotros’. Llegamos a Bulldog y el patova de la entrada lo miró a Ricky. ‘El muchacho, no’, le dijo. Le explicamos que era un músico, que venía con nosotros, y entramos. Dos años después, en el mismo boliche, le pagaron un montón de guita a Ricky para que fuera a tocar. ¿Qué pasó? Pegó la cumbia«. (Pablo Armesto).
5) “Después de un show en Misiones, mientras cargábamos las cosas, unos borrachos nos empezaron a bardear. Era la Triple Frontera. Nos tomaban de caretas: ‘Qué te hacés, Cucho’. Densos, mamados, unos cuantos. Yo me hice el macho y arrancamos a los manotazos. En un momento me di vuelta… ¡y el micro no estaba más! ¡Salí corriendo! El micro ya estaba a una cuadra. ¡Hijos de puta! ¡Los chabones me perseguían, yo corría al micro y los Decadentes se cagaban de risa! Pasó varias veces”. (Chiche Cascote, ex plomo de Los Auténticos Decadentes).
6) “Cuando fuimos a lo del Turco Innombrable (por el ex presidente Carlos Menem) Alberto Castillo le cantó ‘No meta la mano’ mirándolo a la cara. Estar en la Casa Rosada con el Turco al que no quería nadie nos mató. Nos quemó. Pero Castillo nos había dicho ‘Me van a hacer un homenaje, ¿van a venir? ¿Qué le íbamos a decir, que no?”. (Gastón Bernadou, percusionista de Los Auténticos Decadentes).
7) “En el medio de la grabación de Cualquiera puede cantar yo me casé y vinieron todos juntos para decirme algo: ‘El regalo de casamiento es que vamos a cantar en tu fiesta’. ¡No sabía si era una buena noticia o una mala noticia!”. (Afo Verde, productor de Los Auténticos Decadentes).
8) “Un día estábamos en la Fiesta de la Leche, en Rafaela. En el escenario jodieron tanto con la Reina de la Leche que después le cambiaron el nombre. Le pusieron la Reina de la Blanca. ¡Peor!”. (Bebe Contepomi, periodista).
9) “Con Cucho veníamos hablando de comprar un departamento entre los dos. ‘Hay que hacer algo con la plata’, decíamos, pero nadie tenía ni idea de invertir. Todo era un desastre. Una vez, en un micro de gira, Cucho dijo: ‘Yo me pondría una quesería’. Su idea era invertir la plata que ganaba con el grupo… ¡en una quesería! Obvio: durante cinco años seguidos lo torturaron y la quesería de Cucho pasó a ser el mega tema. ¡Pero nunca la puso!”. (Nico Landa, compositor y líder de Los Animalitos).
10) “Yo quería mezclar Mi vida loca en Los Angeles (…) Cuando tuvimos el plan de trabajo hicimos una reunión en la sala: así sería la mezcla, el ingeniero es muy grosso, el estudio es el mismo donde mezclaron los Doors y Billy Idol… ‘¿Hay alguna pregunta?’, dije. Y Cucho, muy serio, levantó la mano: ‘Es muy importante saber si hay alguna feria americana cerca del estudio para… la ropa’. Yo pensé que estaba jodiendo, ¡pero no! ¡Lo preguntó de verdad!”. (Afo Verde).
#BONUSTRACK) “Soy muy fanático del fútbol. Una vez me llamó Enzo Francescoli porque se retiraba del fútbol. ‘Va a ser un día muy triste para mí y, como soy fan de los Decadentes, me encantaría hacer una superfiesta para que canten ahí. ¿Me ayudás a decirles?’. Por supuesto que le dije que sí y lo llamé a Nito para contarle. ‘Mirá, hay que hablar con Edu’, me dijo. ‘La Moska y yo somos de River, pero Edu es fana de Boca, y viste como somos los Decadentes: preferimos no meternos con el fútbol’. Al otro día me llamaron: ‘Dice Edu que por el Enzo hay que tocar gratis’. Lo llamé a Enzo y le expliqué la situación, pero bajo ningún concepto aceptaba que fuera un favor. Hubo un ida y vuelta hasta que Nito puso una condición: ‘Tiene que cantar Los piratas con nosotros y tiene que venir a ensayar’. Enzo aceptó y los invitó a comer. Yo no sabía cómo carajo organizar eso: cualquier lugar era perfecto y, al mismo tiempo, cualquiera era incorrecto. Finalmente Enzo eligió un restaurante en Puerto Madero y, por supuesto, llegamos una hora tarde. Había una mesa larguísima y en una punta nos esperaban Francescoli y su mánager. ¡Fue el almuerzo más disparatado que se pueda imaginar! Estábamos con un tipo que quería hablar de su carrera en Francia, en Italia y como capitán de la selección de Uruguay, y Cucho le preguntaba: ‘¿Por qué te dicen El Rey?’. Después le tiraba ideas: ‘Termina el partido, entramos con una carroza al Monumental, te subís como un príncipe y cantas Los piratas conmigo’. ¡El Enzo fue a ensayar con ellos! ‘No sabés lo que son estos pibes’, me decía. Al final la fiesta fue increíble. Enzo tocaba el zurdo de Edu, estaban todos sus amigos, sus invitados, el Chileno Salas, el Chino Tapia, todos cantando en el escenario”. (Afo Verde).