Argentina le pagó este martes un vencimiento por unos US$ 1.936 millones al FMI, generando una caída intradiaria de US$ 2.302 millones de dólares en sus reservas. Las mismas cerraron abril con un saldo de US$ 27.575 millones.
Sin embargo, el saldo fue mayor que el de inicio de mes en 429 millones de dólares, gracias a las compras récord que acumularon US$ 3.448 millones de dólares durante el mes, cifra más alta del cuatrimestre.
En la jornada del martes, la autoridad monetaria volvió a comprar por US$ 194 millones, representando el 64% del volumen negociado en el segmento de contado, mientras que se destinaron 108 millones de dólares para los importadores.
Según Nicolás Cappella, analista de Grupo Invertir en Bolsa, «el acceso a importadores volvió a niveles normales, lo que nos lleva a especular que el alto nivel de ayer se debió al pago de intereses de deuda de Córdoba».
Este pago al FMI y la disminución en las reservas del Banco Central reflejaron la importancia de las negociaciones en curso con el organismo internacional y la necesidad de mantener una política económica consistente para lograr la estabilidad financiera a largo plazo. Aunque persisten desafíos, como el control de la inflación y el fortalecimiento de la balanza comercial, las acciones del gobierno argentino buscaron sentar bases sólidas para un crecimiento sostenible.
Cada movimiento del Banco Central y cada paso en las negociaciones con el FMI fueron seguidos de cerca por analistas e inversores, conscientes de la influencia que estas decisiones podían tener en el panorama económico nacional e internacional.