La reglamentación de la desregulación de las obras sociales es una prioridad para la administración del presidente Javier Milei, quien aseguró que es «inevitable» el cambio en el sistema de salud. La inclusión de esta medida en el decreto de necesidad y urgencia (DNU) 70/23, es una muestra de la importancia que el gobierno le otorga a esta reforma, que busca redefinir el manejo de los aportes y contribuciones al sector de la salud, disminuyendo la opacidad en su gestión.
Desregulación de obras sociales y prepagas: ¿Cuáles son los cambios?
La Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) será el organismo encargado de liderar este proceso de cambio, que afectará a más de 14 millones de trabajadores en diversas categorías laborales. Entre ellos se encuentran aquellos en relación de dependencia en el sector público y privado, los sindicalizados, los monotributistas, las empleadas domésticas y los que pertenecen al sistema general de salud. Para estos usuarios, la medida implicará una mayor libertad de elección entre obras sociales y prepagas, eliminando restricciones anteriores y permitiendo cambios anuales en su afiliación.
A partir de la reglamentación, los beneficiarios ya no estarán obligados a permanecer un año en la obra social de su actividad al ingresar a un nuevo empleo. Podrán elegir entre una obra social o una prepaga, registrada para tal fin, desde el primer día laboral, sin intermediarios. Asimismo, tendrán la posibilidad de ejercer su derecho de libre elección una vez al año, en cualquier momento desde el inicio de la relación laboral.
La medida también establece que las empresas de medicina prepaga estarán obligadas a aportar al Fondo Solidario de Redistribución un porcentaje de las cuotas que reciban, aproximadamente un 20%, garantizando una redistribución equitativa de los recursos dentro del sistema de salud.
La implementación de esta reforma busca optimizar la circulación del dinero en el sistema de salud, asegurando que los fondos destinados a la atención médica lleguen a quienes más lo necesitan y no se estanquen en prestadores que no brindan servicios adecuados. La transparencia en la gestión de los recursos y la equidad en la distribución de los mismos son objetivos fundamentales de esta reforma.
Es importante destacar que la reglamentación también aborda otros aspectos relacionados con la salud, como la prescripción y venta de medicamentos, promoviendo medidas para garantizar la seguridad sanitaria en todo el país. La implementación de la prescripción electrónica, el fomento del uso de medicamentos genéricos y la regulación de la dispensación de medicamentos en droguerías son algunas de las acciones contempladas en este marco normativo.
La desregulación de las obras sociales en el país marca un nuevo rumbo para el sistema de salud, promoviendo la libertad de elección para los usuarios y una gestión más transparente y eficiente de los recursos en el sector. Sin embargo, será fundamental un seguimiento cercano y una supervisión adecuada para garantizar que estos cambios se traduzcan en beneficios tangibles para todos los argentinos.
