A nueves meses de haber comenzado la gestión del gobierno libertario, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundió el nuevo dato de pobreza e indigencia correspondiente al primer semestre del año. El número sobrepasó el 52% y es uno de los números más altos de las últimas décadas.
El nivel de pobreza, según los relevamientos del organismo, subió 11,2 puntos con respecto al semestre del 2023. A su vez, afectó a casi 25 millones de personas.
Por otro lado, el nivel de indigencia alcanzó el 18,1%. Este porcentaje representa a 5,4 millones de personas.
Previamente, el vocero presidencial Manuel Adorni advirtió que el número es preocupante y responsabilizó de lleno al gobierno anterior de Alberto Fernández y el kirchnerismo: “Es la peor herencia de la historia».
Antes de que se conozca cuántos son los argentinos que no alcanzan a cubrir la Canasta Básica, el funcionario aseguró que el dato iba a demostrar “la cruda realidad que está atravesando la sociedad argentina”.
“Es consecuencia del populismo que ha sometido al país a tantos años de desgracias y devastación”, mencionó en su habitual conferencia de prensa. Y agregó: “El Gobierno heredó una situación desastrosa, la peor herencia que recibió un gobierno en democracia, probablemente de la historia argentina”.
Así mismo, agregó: “En diciembre la inflación corría al 25,5% mensual y la mayorista al 54%, datos que refrescamos de manera seguida, un número que anualizado en diciembre nos marcaba que estábamos entrando en una hiperinflación”.
“El año pasado, el doctor Sergio Massa recurrió al Plan Platita. Solo en el período electoral emitió 13 puntos del PBI en billetes para determinar una despilfarro que terminó en una inflación del 211% para 2023”, resaltó Adorni.
En ese sentido recordó el final del gobierno de Alfonsín: “La última hiperinflación del ‘89 – ’90 bajo el gobierno de Raúl Alfonsín llevó a la pobreza del 20% al 47% de mayo a octubre, por supuesto derivando en una catástrofe económica y social”. Y añadió: “Cuando hablamos de haber evitado una hiperinflación, la pobreza se hubiese llevado cerca del 40% a cerca del 95%, hubiéramos entrado en un mar de pobreza absoluta si no se evitaba la hiperinflación”.
El dato preocupó de antemano a la administración de Milei, que todavía intenta recuperarse de algunos golpes legislativos, mientras disputa poder con los sindicatos de empleados estatales, de aeronáuticos y de hasta docentes universitarios.
«Nos habían dejado al borde de ser un país con prácticamente todos los habitantes pobres. De hecho este número de pobreza, recién el gobierno de Carlos Menem la pudo recomponer seis años después. Además tardó un año y medio en poder mostrar un mes con un solo dígito de inflación. Un edificio se destruye en un segundo y reconstruirlo tarda mucho más tiempo, y eso es lo que ha ocurrido en la Argentina”, añadió a su argumento.
“Hoy la situación es radicalmente distinta, los supermercados ya no remarcan los precios todas las semanas, los intermediarios ya no se quedan con la plata de los que reciben planes y los necesitan, y el gobierno no niega la realidad sino que la enfrenta y la trabaja”, continuó.
En ese sentido, pidió a los ciudadanos «ver la película completa» ya que «para evitar una situación de hiperinflación, se llevó adelante un plan para pulverizar la inflación y se logró de bajar del 25, 5% al 4% actual”.
“Exactamente lo contrario que se hizo en las últimas dos décadas, pero además se hizo sin chamanismo económica, sin Ley de Góndolas, sin controles de precios, abrazando la ortodoxia que llevó a los países más prósperos a alcanzar el desarrollo”, resaltó.