En un clima de creciente optimismo para el gobierno de Javier Milei, el riesgo país de Argentina cayó a 800 puntos, su nivel más bajo desde julio de 2019. Este descenso, que se produjo tras un leve retroceso de 19 unidades, refleja la confianza de los inversores en que el país continuará cumpliendo con sus compromisos de deuda.
El repunte de los bonos y la caída del riesgo país son señales claras de que los mercados apuestan por la estabilidad económica del país. A medida que los títulos de deuda alcanzan valores récord desde la reestructuración de 2020, la reciente victoria electoral de Donald Trump favoreció el ánimo de los inversores. También, la consolidación del superávit financiero y la acumulación de reservas han sido factores clave.
El riesgo país, que se ubicaba en 781 puntos el 31 de julio de 2019, se encuentra ahora en sus niveles más bajos en más de cuatro años. En ese momento, en pleno ciclo electoral, la incertidumbre política provocó una fuerte subida del indicador, que llegó a superar los 2.500 puntos.
Los analistas atribuyen el actual optimismo a los avances en el plan de estabilización económica del gobierno libertario, así como a la reciente baja de la inflación a 2,7% en octubre, un dato positivo que refuerza la percepción de que el programa económico comienza a dar resultados.
Además, la noticia de otro superávit fiscal consecutivo da señales de que el país avanza en su proceso de consolidación fiscal y reformas estructurales.
Por otro lado, en el ámbito bursátil, las acciones argentinas también experimentaron una notable mejora, con un S&P Merval en alza y papeles de empresas como Transportadora de Gas del Sur (+5,8%), Central Puerto (+4,4%) y Pampa Energía (+3,8%) destacándose en la Bolsa de Nueva York.