A partir del 1 de agosto de 2024, los usuarios del Corredor Vial 18, que abarca las rutas nacionales 12 y 14 y el Puente Rosario-Victoria, deberán enfrentar un nuevo incremento en los peajes. Este ajuste, el segundo del año, forma parte de una serie de medidas implementadas por la administración nacional para lidiar con la inflación y equilibrar los costos operativos del sistema vial.
El ajuste tarifario afecta a varios puntos clave del Corredor Vial 18. En Zárate, las tarifas para vehículos ligeros de hasta 2 ejes y hasta 2,10 metros de altura aumentarán a $1.300. Los vehículos de mayor tamaño o con rueda doble deberán pagar $2.500. Los camiones de 3 o 4 ejes enfrentarán tarifas de entre $2.500 y $3.700, mientras que los vehículos de 5 o 6 ejes y los de más de 6 ejes tendrán que abonar $4.900.
En Colonia Elía, Yeruá y Piedritas, los peajes comienzan en $700 para vehículos pequeños y ascienden a $2.700 para los camiones más grandes. El peaje en el Puente Rosario-Victoria verá un aumento que variará desde $350 para motos hasta $3.400 para los vehículos más grandes.
Justificación del aumento
El gobierno, a través de Vialidad Nacional, argumentó que estos incrementos son esenciales para enfrentar el contexto inflacionario y garantizar el mantenimiento de las infraestructuras viales. La Resolución que autoriza estos ajustes, publicada en el Boletín Oficial, busca asegurar que los recursos obtenidos se destinen a mejorar las condiciones de las rutas y cubrir los costos de mantenimiento.
Sin embargo, el aumento suscitó inquietud entre los usuarios frecuentes de estas rutas. La principal preocupación es si los costos adicionales realmente se traducirán en mejoras significativas en la infraestructura. Los conductores regulares tendrán que ajustar sus presupuestos para adaptarse a los nuevos precios, lo que podría afectar a quienes utilizan estas vías para desplazamientos diarios.
El nuevo aumento en los peajes del Corredor Vial 18 representa un ajuste significativo en los costos de tránsito, planteando preguntas sobre su impacto real en la calidad de las infraestructuras y la equidad de la medida. La comunidad de conductores seguirá de cerca cómo se desarrollan estos cambios y cómo se gestionarán los fondos recaudados para asegurar mejoras tangibles en las condiciones de las rutas.