Debido a la ola polar que avanza sobre Argentina, el cultivo de distintivos vegetales clave en la canasta familiar, como tomates, pimientos o morrones, se vio fuertemente complicado, lo que disparó subas que rondar el 200 %.
Por el momento los productores consideran que el alza de precios es estrictamente estacional. Sin embargo, entre los verduleros se piensa que una vez que los precios se disparan es difícil que regresen a su nivel anterior incluso cuando el escenario mejore, lo cual ejercería aún más presión en el nivel de vida.
Las bajas temperaturas están retrasando el ingreso de la producción del norte, mientras se va agotando la de la provincia de Buenos Aires. En ese contexto, por ejemplo, el tomate se está vendiendo entre 6.000 y 8.000 pesos el kilo. La situación es tal que los productores comenzaron a comprar tomates a Chile, a un precio 50% más caro.
En el Mercado Central indican que el bache en la oferta que suele darse en esta época del año se está durando más de lo previsto, y eso influye en la suba de precios. El precio mayorista del tomate redondo grande se ubica entre $52.000 y $55.000 el cajón de 18 kilos, pero no es de buena calidad. La cadena de distribución aguarda el ingreso de mercadería de Salta y Corrientes, que por las heladas se retrasó.
Cabe destacar que el tomate es un alimento de mucho peso en la canasta básica familiar, referencia que utiliza el INDEC para medir la inflación.