Los líderes sindicales, en conjunto con representantes empresariales, se preparan para una crucial reunión en el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, prevista para este jueves. El encuentro adquiere una relevancia especial tras el anuncio del INDEC sobre la inflación de enero, evidenciando una preocupante erosión del poder adquisitivo tras la devaluación aplicada en diciembre pasado.
La agenda principal de la reunión será la revisión y eventual ajuste del salario mínimo, vital y móvil, que experimentó una alarmante disminución del 45% en los últimos ocho años, junto con la prestación por desempleo. La Ley de Contrato de Trabajo establece que el salario mínimo, vital y móvil debe garantizar ciertos estándares mínimos, como la alimentación adecuada, vivienda digna, educación, entre otros, y debe ajustarse periódicamente según las variaciones del costo de vida. Desde la Confederación General del Trabajo sostienen que está muy por debajo de cubrir las necesidades básicas.
En este sentido, Héctor Daer, al frente de la Confederación General del Trabajo (CGT) y representante sindical en el Consejo,adelantó que pedirán un aumento del 85%, buscando alcanzar un umbral de $290.000 como salario base. Mientras tanto, la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) podría plantear un piso por encima de este importe.
Este Consejo, que reúne a sindicatos como la CGT y la CTA junto con entidades empresariales como la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), opera como un mecanismo de negociación colectiva a nivel nacional para establecer los porcentajes de aumento salarial que las partes están dispuestas a aceptar en las diversas actividades económicas.
La reunión, inicialmente programada para diciembre con el fin de determinar el nuevo valor a partir de enero, se retrasó, lo que implicó una mayor pérdida de poder adquisitivo y ahora se espera que el ajuste quede desfasado respecto a enero. La incertidumbre radica en si se fijará un nuevo monto retroactivo a partir del 1 de febrero o si entrará en vigor a partir del 1 de marzo.
En 2023, el salario mínimo experimentó un aumento del 151,8%, frente a una inflación del 211,4%, lo que se tradujo en una pérdida real del 19%. Esta tendencia a la baja se espera que continúe en enero, con una posible inflación cercana al 20%, según estimaciones del INDEC.
Los actuales valores del salario mínimo, vital y móvil, establecidos en diciembre en $156.000 para trabajadores mensualizados y $780 por hora, están muy por debajo de las necesidades básicas, considerando que la canasta de pobreza para una familia tipo se sitúa entre $590.000 y $600.000.
El Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) señala que el poder adquisitivo del salario mínimo tiene tendencia negativa desde 2011, agravándose especialmente durante los últimos años del gobierno de Mauricio Macri y en 2020. Esta caída superó incluso la pérdida real de los salarios registrados.
CIFRA también indica que, entre 2021 y 2022, en un contexto de inflación creciente, se realizaron siete actualizaciones del salario mínimo, vital y móvil, que no lograron recuperar su poder de compra. En 2022, el salario mínimo real cayó un 1,3%, situándose un 33% por debajo del nivel de 2015.