El fin de «te ayudo»: cómo es la nueva paternidad full life de los hombres modernos

Los padres de este siglo ya no quieren “ayudar” con el cuidado de los chicos, se vuelcan a él naturalmente. Pero la falta de modelos a seguir les dificulta el desempeño y por eso comienzan a surgir espacios para orientarlos.
Por: Silvina Ocampo

Que los papás poco a poco se han ido ocupando de la educación y el cuidado de los hijos no es una novedad. Lo diferentes es que, tras la reforma del Código Civil, en 2015, que establece que ante un divorcio ambos padres deben hacerse cargo de los chicos repartiendo el tiempo en partes iguales y el mayor empoderamiento de las mujeres que ya no piden “ayuda” a sus parejas sino que entienden que todo se debe hacer a medias, los hombres se encuentran ante una situaciones diferentes: van a reuniones de padres, sacan turnos médicos, preparan viandas, salen de compras para renovar el uniforme escolar y hasta organizar vacaciones grupales con otros papás e hijos.

Hoy nos encontramos frente a una paternidad muy diferente de la que estábamos acostumbrados”, nos cuenta Diego Pins, counselor, facilitador certificado en Disciplina Positiva y co-fundador de Paternando, un espacio que acompaña a los papás en su rol y agrega: “Son varones que no tienen vergüenza de llorar y pedirle perdón a sus hijos, que se hacen preguntas y buscan crianzas más conscientes y respetuosas y lo hacen a puro institinto porque en general no tuvimos experiencias de cuidado, ni modelos de quienes aprender estos aspectos de la vida hogareña. Ahora es común ver a varones llevando a sus hijos al colegio, en las salas de espera de los médicos, en las plazas y hasta en los chats de ‘mamis’”.

Definitivamente los hombres están tomando un rol más activo. Hoy el 90 por ciento de las parejas que se divorcian piden la tenencia compartida. “Antes de la reforma del Código Civil, en 2015, lo común era que se quedaban con la mamá, en la casa familiar, y al papá lo veían un fin de semana de por medio y los miércoles, apunta la abogada especialista en Derecho de Familia Guadalupe Guerrero. Ahora se tiende a que el chico tengas dos casas y que pueda estar tanto en una como en la otra porque ambos padres se encargan de todas sus necesidades. Entonces se ponen de acuerdo y pasan una semana completa con cada uno o bien hacen el plan de días como más les guste, pero siempre se respeta el 50/50”.

SE HACE CAMINO AL ANDAR. Ya sea porque lo sienten o porque se divorciaron y deben afrontar el 50% del tiempo con sus hijos, ellos se encuentran con frente a tareas que no solían realizar. “He llevado a mi hija a la neonatóloga solo y la doctora me tuvo que ayudar a vestirla porque no terminaba de sacarle el osito con treinta botones, ¡no sé por qué les ponen tantos!”, nos cuenta Mauricio Koch, escritor, autor de Cuadernos de crianza y la novela Los silencios y papá de Gretel (6) al tiempo que asegura que no tiene muchos espacios para hablar sobre crianza: Sólo con dos de mis amigos suelo hablar sobre educación e intercambiamos miradas y pareceres. Pero con el resto, es decir la mayoría, no es algo en lo que nos detengamos ni extendamos, como suelen hacer las mujeres”.

Es así, no tienen pares para reflexionar ni padres que les transmitan sus experiencias. Tal vez por eso comienzan a surgir espacios como los de organizan Diego Pins y Matías Criado, psicólogo. Especialista en Masculinidades y Género, Paternando: Nuestros talleres vienen a ocupar un vacío muy grande. Los papás que quieren saber más hasta ahora solo tenían grupos pensados por y para mujeres. Creemos que estamos atravesando un momento histórico para que se termine con esta división de género y para ello es fundamental que los varones vean a otros paternando y que se generen espacios de reflexión y aprendizaje entre pares”, puntualiza Pins. Y es el Luciano Lutereau, psicoanalista, Doctor en Filosofía y Doctor en Psicología (UBA) quien acuerda: “Es más común que hablemos con otras mujeres sobre temas de crianza más que con otro varón”.

Por su parte, la psicóloga Hebe Molinuevo también ve este cambio de ayuda a ejercicio natural del rol paterno: “Ciertamente los padres tienden a estar más involucrados y compartir con las madres todo lo que tiene que ver con la vida de sus hijos. A veces tanto a las mujeres como a los varones les cuesta abandonar los mandatos de la sociedad patriarcal, lo cual les trae conflictos a nivel de la pareja, pero cada vez más están logrado un equilibrio en cuanto al cuidado de sus hijos. Así consiguen ser más felices: entienden que cuidar a sus hijos juntos trae más beneficios”.

 HACIA EL FIN DE LOS ESTEREOTIPOS. Las familias cambiaron. La foto publicitaria ya no es “papá, mamá, hijo, hija”, ahora las posibilidades son infinitas y los roles completamente flexibles. ¿Qué queda de aquello de que somos las madres las más adecuadas para cuidar a nuestros hijos? Cada vez menos. “Los hijos aprenden desde niños a romper con los estereotipos de género y entienden que sus padres pueden proveerles todo lo que necesitan de manera indistinta”, asegura Molinuevo.

Y es Mauricio Koch, quien desde su experiencia personal reflexiona:

¿Pero lo que aporta la mamá lo puede ofrecer también el papá y viceversa? Para responder a esto volvimos a consultar a Luciano Lutereau, que además es autor de numerosos libros, entre ellos: Más crianza, menos terapia. Ser padres en el siglo XXI (Paidós) “A mí me gusta distinguir entre dos funciones básicas: cuidar y proteger. A veces se confunden, pero son muy distintas. Cuidar es un principio materno (sea que lo realicen varones o mujeres). Proteger es un principio paterno (sea que lo realicen mujeres o varones). Un varón puede querer que una mujer lo cuide. Una mujer puede querer que un varón la proteja. Pero también existen otras variantes. Lo que sí me importa subrayar aquí, a propósito de las ma/paternidades, es ¿cómo se derivan las posiciones de varón y mujer a partir de las funciones parentales? Si varón o mujer no son esencias ni identidades, ¿cómo se desprenden de lo materno y lo paterno, qué son funciones constitutivas del niño? Bueno, en estas cuestiones me encuentro pensando hoy en día”.

Por su parte, Fabiana Isa, psicóloga y coordinadora en la Facultad de Psicología (UBA) el programa de Atención de niños privados del cuidado parental asegura: “Está perfectamente probado que nada tiene que ver la cuestión de género a la hora de criar y ahijar un niño. Para nosotros, los psicoanalistas, hablar de funciones no es hablar de biología. Las funciones parentales las puede ejercer tanto un hombre como una mujer. La biología no va a generar un padre o una madre, sino un progenitor o una progenitora. Un padre se construye simbólicamente desde el deseo”.

La paternidad del siglo XXI está en plena ebullición.Los varones tienen un mayor protagonismo en la crianza, no solo porque ése es su deseo sino también porque estos niños demandan igualmente la presencia del padre como de la madre. Y esto es algo a festejar no solo desde la equiparación de roles sino a celebrar desde los niños que son los que más ganan. Se enriquecen con dos figuras de cuidado con dos estilos muy diferentes y esto generará un impacto definitivamente positivo en ellos y en toda la sociedad”, concluye Fabiana Isa.

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