Todos los años, en noviembre, se lleva a cabo “la Semana del Prematuro”. Es una campaña en la que se organizan actividades para trabajar sobre la prevención de la prematurez, y concientizar a la población acerca de las necesidades especiales de atención en salud y educación de los bebes y niños nacidos de manera prematura, así como también sus posibles consecuencias. Además, se festeja el Día Mundial del Prematuro, rindiendo homenaje a todos los luchadores que nacieron antes y a sus familias. Se celebra la vida.
Como parte del equipo de seguimiento e intervención temprana de niños que nacieron prematuros de CEMIC, me sumo al objetivo de esta campaña, aportando algunos conceptos que considero importante difundir entre las familias que tienen un bebe o niño que nació antes de tiempo, entre las áreas de salud y educación y la sociedad en general.
El nacimiento prematuro es el que se produce antes de la semana 37 del embarazo. Será necesaria, la asistencia de un equipo de salud especializado y una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN). La primera urgencia será estabilizar clínicamente al recién nacido.
De esta manera,comienza una nueva vida que estará atravesada por diferentes circunstancias, de acuerdo a las características individuales de cada caso (edad gestacional, peso, condición clínica, complicaciones durante la internación).
Habrá internaciones más largas y otras más cortas; algunas más complicadas que otras, pero algo común a todas estas familias: sus bebes llegaron antes, inmaduros y frágiles. Pasaron de estar en el útero materno, ambiente óptimo y necesario para madurar y nacer después de 9 meses, a uno que no reúne las mismas condiciones. Y en este nuevo ambiente deberán afrontar circunstancias más “invasivas” para las cuales aún “no están listos”, con menores capacidades de adaptación. Además, deberán continuar creciendo, desarrollándose y madurando.
Este es uno de los motivos por los cuales esta población amerita intervenciones oportunas desde su internación en la UCIN y durante su desarrollo.
Programas de seguimiento
Existen los Programas de Seguimiento, cuyo fin es acompañar a las familias en el crecimiento y desarrollo de sus bebes. De esta manera se logra monitorear el desarrollo, detectar tempranamente dificultades y, si las hubiese, intervenir de manera oportuna y así mejorar la calidad de vida de estas familias y prevenir la discapacidad. En lo que respecta al seguimiento del neurodesarrollo, se realizan pruebas de desarrollo / pesquisa, en determinadas edades.
“Los objetivos principales son la detección temprana de trastornos del desarrollo, alteraciones del crecimiento, trastornos neurosensoriales, y alteraciones de la conducta y del aprendizaje” (Organización del Seguimiento del Recién Nacido Prematuro de Alto Riesgo, Ministerio de la Nación 2016). Diferentes especialidades integran estos equipos.
Generalmente son coordinados por un médico especialista en el tema e intervienen las áreas deTerapia Ocupacional, Fonoaudiología, Kinesiología, Psicopedagogía y Psicologíaentre otras, de acuerdo a las necesidadesy características de cada caso.Se trabaja con una visiónintegral y holística de la persona, de manera interdisciplinaria.
Neurodesarrollo en niños que nacieron prematuros o de riesgo:
Aunque muchos niños con antecedente de prematurez tienen un desarrollo típico, hay otros que no.
Algunos de los trastornos que pueden manifestarse son a nivel motor, cognitivo, en la comunicación, en la conducta (hiperactividad) y/o en la alimentación. De acuerdo a cada caso, podrá tener un impacto en la funcionalidad, en el aprendizaje y en la sociabilización de estos niños.
“La mayor parte de los niños que nacen por año en Argentina crecen y se desarrollan normalmente. No obstante, hay un grupo de niños identificable por factores de riesgo (prematurez, bajo peso al nacer, enfermedad compleja en período neonatal, etc.) que tienen altas tasas de morbimortalidad en comparación con los niños nacidos a término, y que, en consecuencia, pueden presentar alteraciones en su desarrollo a largo plazo. La presencia de alteraciones de la conducta desde muy temprana edad en los pacientes de alto riesgo, es más frecuente que en la población general. En los primeros meses pueden aparecer alteraciones en la autorregulación y problemas en la interacción con su familia. En la niñez y adolescencia, déficit de atención, trastornos del espectro autista, timidez, ansiedad, depresión”. (Organización del Seguimiento del Recién Nacido Prematuro de Alto Riesgo, Ministerio de la Nación 2016).
Es por esto que los niños nacidos prematuros y de alto riesgo, requieren un monitoreo permanente de su salud y bienestar, con el fin de prevenir dificultades en el futuro. Adherirse a un Programa de Seguimiento, permite mejorar su calidad de vida y la de sus familias.
Esta población tiene muchas oportunidades ya que recién comienzan la vida y tienen todo por delante. Lo importante es brindarles esas oportunidades y monitorear su desarrollo con especialistas.
En caso de detectar algún trastorno en el desarrollo, intervenir de manera oportuna, aprovechando las condiciones de plasticidad cerebral. La intervención temprana mejora el pronóstico.
En caso de tener un hijo que nació antes del término y no realiza un Programa de Seguimiento, consulte con su pediatra de cabecera.
¿Cuáles son los derechos de los niños nacidos prematuros?