Cuerpos perfectos: El micromachismo personal al que todavía no le pudimos ganar

Por: María Julia Oliván @mjolivan

Una foto mía sin retoques hizo que muchas se sintieran reflejadas.  La historia de la verdadera fuerza de nosotras, las mujeres. Un texto personal que sacudió el avispero.

 

Subí una foto, escribí una historia en Instagram y sucedió esto que les paso a contar. Primero, les acerco lo que había escrito:

Me llegaron cientos de mensajes de mujeres comunes, contentas porque una como ellas pero con un poco de fama se mostró sin retoques.

La fuerza, la de nosotras las mujeres, no se construye en el gym, aunque está bueno si tenés tiempo (yo me muero por ir más).

La fuerza nuestra está adentro, en la capacidad de ir a laburar sin dormir porque se despertó el nene. De bancarnos la que sea aún solas para que ellos jueguen un rato más, si es que están felices.

En superar a los que nos quieren bajar la autoestima. En confiar en lo que podemos hacer y en tener fe, que lo que más deseamos puede llegar a suceder, que lo que más nos duele puede llegar a sanar.

Porque ser mujer es, en gran medida, ser fuerte.

Y eso agitó el avispero como pocas veces. No fue una foto hot. Fue un reflejo de muchas historias. Que tuvo rebote en los medios, pero en especial en ustedes, las mujeres. Los amigos de Buena Vibra reflejaron con cariño ese aluvión de comentarios y apoyos. No fueron los únicos.

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Primero: muchas gracias, porque no espera la repercusión que tuvo mi historia “Fuerza”.

Acabo de llegar de Intratables. Como verán ya estoy en pijamas y les quiero agradecer muchísimo porque nunca esperé que la historia que está ahí, entre mis favoritos, y que se llama “la Fuerza” tenga tanta repercusión.

¿Y qué es tanta repercusión? Bueno, no es que es que salí en las grandes revista. Sino que 600 mujeres -¿escuchaste bien? 600 mujeres- me escribieron en un solo día.

Da que pensar, ¿no? Yo me quedé pensando todo el día en por qué había llamado tanto la atención mostrarse como uno es. Yo estoy acostumbrada, esto me trae problemas 😉

Pero pienso que, en realidad, lo más bueno que quedó de ese post o de esa historia es que a todas nos pasó que pensamos siempre: “Cuando esté flaca voy a tener la fuerza para…”.

En definitiva -perdón que me tiré en el piso- para animarnos a ser felices, ¿no?. Siempre es “cuando esté más flaca, cuando adelgace tal, cuando adelgace lo otro”…

Yo creo que por eso tantas mujeres se sintieron tocadas. Porque hay que tener fuerza para encarar todo los que nos toca encarar a nosotras, las mujeres. A todos, a los hombres también, pero a nosotras un poco más. Un poco más de fuerza tenemos que tener. Y por los chicos…

Porque cuando tenemos un nene… tenemos que ser como Superman. Ni te cuento si tenés un problema con tu hijo, una cosa que arreglar…

Eh… Hay que tener mucho valor y mucho coraje. Y no podemos perder toda esa energía por la estupidez

..de ver cómo llegamos a pesar lo que pesa… (¡No! No voy a decir ningún nombre para que me levanten después los portales, je) una mina que pesa 50 kilos. No podemos.

Bueno, con esto ya la corto, la cuelgo y no las molesto más. No podemos poner nuestra energía en esto último, de los 50 kilos.

Y sacarle peso a los nenes, al amor, a las oportunidades, a las aventuras. ¿Saben por qué? Porque se nos va la vida en boludeces. Se los dice una boluda.

Gracias, chicas por todo lo que me escribieron. Bueno, no me lo merezco. Sepan que cuando escribí esto también estaba cansada y también…

…me sentía sola y no tenía fuerza para algo muy importante que tengo que hacer. Por eso lo escribí.

Gracias a todos los medios que se hicieron eco de una foto que reveló muchas historias. De muchas y mía.

 

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