Itzik Horn, padre de los hermanos Iair y Eitan Horn, dos de los siete argentinos que permanecen secuestrados por el grupo terrorista Hamas y que podrían ser liberados si se oficializa la tregua con Israel, brindó una entrevista al medio Fuente Latina donde afirmó que creerá en la liberación de sus hijos “cuando los vea subir al jeep de la Cruz Roja”. “Ahí voy a estar seguro si los chicos están de vuelta. Hasta entonces, no creo absolutamente en nada”, afirmó.
“A mí nadie me informó nada. Si la lista existe o no, y si alguno de mis hijos está en ella, formalmente no tenemos ningún tipo de información, salvo que hay negociaciones”, aseguró Horn.
Iair y Eitan Horn, que fueron capturados en el kibutz Nir Oz, en el sur de Israel, hecho que generó una gran repercusión en Argentina. Si el acuerdo de tregua y liberación de rehenes se efectúa, podrían ser liberados a partir del próximo domingo.
Y agregó: “Hace 468 días que estamos en una montaña rusa. No es la primera vez que está a punto de concretarse algo y, al final, se cae. A pesar de las confirmaciones, siempre hay problemas hasta el último momento”.
Aunque aún no hay una lista oficial, se espera que entre los rehenes liberados se encuentre alguno de los argentinos que continúan apresados: Iair y Eitan Horn, Shiri Silberman, Kfir y Ariel Bibas, y David y Ariel Cunio. También están en la lista ciudadanos israelíes casados con argentinas: Yarden Bibas y Ronen Engel.
“Te das cuenta de que es la misma lista (que circula de manera no oficial) que tenía que haberse aprobado en mayo por Israel, y no se aprobó”, dijo Horn, escéptico en cuanto al proceso de liberación.
Horn cuestionó duramente la gestión del premier israelí Benjamin Netanyahu, sobre todo con el ala de extrema derecha del gabinete, que en los últimos días se resistieron a avanzar con el acuerdo de liberación. “Hay ministros que se han jactado de torpedear el acuerdo. Es muy fácil oponerse cuando te sentás a tu mesa a la noche con tus hijos, y les podés dar un beso cuando se van a dormir. Si te oponés por cuestiones de principios, (propongo) intercambiar a sus hijos por los míos, y ahí quiere verlos a ver cómo levantan la mano y se oponen”, dijo.
“Dios no lo permita, pero si esta negociación se cae y le pasa lo peor a uno de mis hijos o a cualquiera de los rehenes, voy a demandarlos. Está muy claro que va a haber una segunda parte de la negociación, y que se van a sentar a hablar para ver cómo sigue”, agregó.