El presidente venezolano, Nicolás Maduro, respondió a las declaraciones de las autoridades de Estados Unidos, que advirtieron sobre el agotamiento de su «paciencia» ante la falta de resultados reales tras las elecciones. Desde el Palacio de Miraflores, el dictador chavista afirmó que no caerá en manos del «fascismo» ni del «imperialismo» y que está dispuesto a liderar una «nueva revolución» si es necesario.
Por otro lado, acusó a Héctor Guerrero Flores, líder de la banda criminal ‘Tren de Aragua’, de estar detrás de las protestas contra el resultado electoral en las calles de Caracas. En ese sentido, aseguró que Estados Unidos envió a Guerrero para promover las manifestaciones, que ha calificado como intento de golpe de Estado en su contra.
«Estamos aquí porque defendemos una causa y amamos una bandera. No vamos a caer en manos del fascismo ni de los criminales, ni del imperialismo ni de nadie», dijo Maduro.
La comunidad internacional y opositores cuestionan el resultado oficial de las elecciones, exigiendo la publicación de todas las actas. A su vez, el Centro Carter, observador en los comicios, consideró que el proceso no cumplió con los parámetros internacionales de integridad electoral.
La tensión política en Venezuela sigue en ascenso, con Maduro aferrándose al poder y la oposición demandando un cambio, en este caso a manos de María Corina Machado y su candidato a presidente, Edmundo Urrutia. La situación podría escalar, advierten especialistas, si no se encuentra una solución pacífica y democrática
Maduro reiteró su compromiso con la revolución chavista y su legado, pero advirtió que no descartará otras formas de lucha si es necesario. La oposición, por su parte, mantiene su rechazo al resultado electoral y exige una auditoría transparente.
«No quisiéramos ir a otras formas de hacer revolución. Queremos continuar en el camino que Chávez trazó. Pero si el imperialismo norteamericano y los criminales fascistas me obligan, no me temblará el pulso para llamar al pueblo a una nueva revolución con otras características», añadió.
La crisis política en Venezuela ha generado preocupación en la región y en el mundo. La Unión Europea y otros países han expresado su preocupación por la situación y han llamado a una solución pacífica y democrática. La situación sigue en desarrollo, con un futuro incierto para el país sudamericano.
