Los altibajos bilaterales, de la mano de Kirchner en la rodilla de Bush a los abrazos entre Obama y Awada. El “No al ALCA”, el show del decomiso de Timerman y los antecedentes de Macri con Hillary Clinton y Donald Trump.

La relación entre Argentina y los Estados Unidos sufrió un sinfín de idas y venidas a lo largo de los últimos quince años. Acercamientos, distanciamientos, volver a acercarse para alejarse nuevamente y terminar amigándose una vez más. Una trama que tuvo como protagonistas estelares a Néstor y Cristina Kirchner, y a Mauricio Macri, por el lado argentino, y a George Bush y Barack Obama, por el estadounidense. La trascendental elección entre Hillary Clinton y Donald Trump abrirá a partir de esta semana un nuevo vínculo, atravesado por las relaciones que Macri ya tuvo tanto con uno como el otro.

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  Manito en la rodilla. En julio de 2003, apenas dos meses después de haber asumido como presidente, Kirchner era recibido por Bush en el Salón Oval de la Casa Blanca. Era una clara señal de apoyo por parte de los Estados Unidos al nuevo proceso político que se iniciaba en la Argentina. El santacruceño aprovechó el momento con una picardía poco habitual en las relaciones diplomáticas: le apoyó su mano en la rodilla y consiguió inmortaliza ese momento. Unos años antes, el estadounidense había hecho lo mismo con Fernando De la Rúa.

• Alcarajo. A partir de ahí, la relación bilateral entró en una curva descendente, que terminó de estallar en la cumbre de las Américas que se realizó en noviembre de 2005, en Mar del Plata. Allí, Kirchner, junto a Hugo Chávez (quien inmortalizó el canto «ALCA, ALCA, Al-carajo») y Lula Da Silva lideraron la resistencia al acuerdo de libre comercio (ALCA) que Estados Unidos quería imponer en la región. Bush, luego de las fuertes críticas recibidas, terminó yéndose de la cumbre.

• La valija de Antonini. Después de ese episodio, ningún presidente estadounidense, ni Bush ni Obama, volvería a la Argentina en una década. La relación continuó con un nuevo altercado en 2007, la detención del venezolano Antonini Wilson intentando ingresar a la Argentina con 800 mil dólares. Luego estuvo detenido en Estados Unidos, donde confesó que la plata era para la campaña presidencial de Cristina Kirchner. En ese momento, la flamante presidenta acusó al gobierno de Bush de haber montado una “operación basura” y habló de que no quieren países amigos, sino “países empleados”.

• Oleeee. En enero de 2009, Obama asume la presidencia del país norteamericano y se especula con que la relación con Argentina y el resto de Latinoamérica podría mejorar. La primera vez que se encontraban era en la cumbre del G20 en Londres, en abril. Pero terminó con un blooper. Cristina pensó que Obama se acercaba para saludarla, pero terminó saludando al de atrás, dejando a la mandataria con la mano vacía.

• Abrazos. En septiembre de ese mismo año, se vuelven a ver las caras en otra cumbre del G20, esta vez en Pittsburgh, Estados Unidos. El dato saliente de ese evento es que Cristina se trajo un efusivo y compinche abrazo con Obama. Era la primera señal de una relación que parecía mejorar.

• “Una gran amiga”. Así definió Obama a Cristina a fines de 2010, meses después del fallecimiento de Néstor (momento en el cual el mandatario mandó una carta de condolencias). A principio de año, Cristina había definido a la relación bilateral como “seria y madura”.

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  El avión de la polémica. En febrero de 2011 se da uno de los episodios más bizarros en la relación bilateral. Se trataba de un avión militar que traía armamentos para unos ejercicios con la Policía Federal, pero el canciller Héctor Timerman decidió demorarlo e incautar una valija que dijo que no estaba declarada. Recién cuatro meses después el Gobierno le devolvió la valija y se cerró el altercado.

• Tensión. En el segundo período de Obama resurgieron las tensiones. Estados Unidos comenzó a cuestionar determinadas trabas comerciales que venía imponiendo el gobierno argentino. Cristina, a su vez, empezaba a tensar la cuerda con el problema de los fondos buitre. En la cumbre del G20 en Rusia intentó incorporar el tema al debate, pero encontró la resistencia de Estados Unidos. “Si lo ven a Obama por los pasillos, pregúntenle por los fondos buitre», disparó ante la prensa.
• “Miren al norte”. En octubre de 2014, se difundió que Cristina supuestamente había recibido amenazas de ISIS. En un acto en la Casa Rosada replicó que si le pasaba algo, “no miren a oriente, sino al Norte”. El conflicto con los fondos buitre estaba en su momento más álgido, con el juez Griesa siendo foco de atención. «Tal vez decidan ponerme presa la próxima vez que vaya a Nueva York», aseguraba la mandataria. Y agregaba: «Esto no es sólo un movimiento de un juez senil. Esto es una provocación en la que no voy a caer».https://www.youtube.com/watch?v=jerYz0ewv-8

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  Nuevos vientos. La llegada de Macri al poder generó un vuelco en la relación, con un mandatario estadounidense regresando a la Argentina después de más de diez años. Antes de venir lanzó su conclusión de los años que compartió con Cristina en el poder: “A la presidenta Fernández yo la veía a menudo en los eventos del G-20 o similares. Teníamos una relación cordial, pero en lo que respecta a sus políticas, sus políticas de gobierno eran siempre antiestadounidenses. Creo que ella recurría a una retórica que data probablemente de los años 60 y 70 y no a la actualidad”. La nueva relación no sólo se vio reflejada en la buena sintonía entre Macri, Obama, Michelle y Juliana Awada, sino también en los progresos en diferentes áreas de la gestión. La visita de los Obama fue extensa y aprovechada al máximo por el nuevo presidente argentino, que fue retratado en una visita bilateral histórica al Parque de la Memoria. Sin embargo, la foto que más dio que hablar fue la de su esposa en aquel abrazo singular con Obama en el sur argentino.

Bonustrack: Clinton, Trump y la Argentina.

Hillary Clinton estuvo en dos ocasiones en la Argentina como Primera Dama, acompañando a su marido, Bill Clinton. En 1997 y 1999. En la primera de ellas tuvo una agenda propia, que incluyó una charla con mujeres en el Teatro Colón. En la segunda, se destacó que después de una cena de gala, Carlos Menem la sacó a bailar el tango, como recordó la semana pasada el diario La Nación.
Ya como Secretaria de Estado, Clinton visitó el país en 2010, en el marco de una gira regional. Se encontraron a solas con Cristina durante dos horas. Poco meses después, se filtraron los Wikileaks, en donde se decía que la norteamericana había pedido investigar cuál era el “estado y salud mental” de la argentina.

También Macri tuvo su foto con Hillary. Fue en 2014, en el marco de una cena en Nueva York donde también estuvieron Bill Clinton y Juliana Awada. Allí, intentó mostrarse como candidato a suceder a Cristina Kirchner en la Presidencia.

Los Macri también tuvieron relación con Trump. Corría la década del 80’, cuando la familia del hoy presidente intentó construir una torre en Nueva York, asociados al imperio Trump. “Un equipo lleno de conocimiento, pero muy poca experiencia práctica”, lo definió el estadounidense en una autobiografía, donde también hace referencia a “su joven hijo” (por Mauricio). En 1984, ese joven Macri lo llevó a Trump de paseo por la Ciudad y también por Punta del Este. Al final el proyecto quedó en nada.
Macri ya se inclinó por Hillary como su preferida para las elecciones en Estados Unidos. Con los dos tiene sus puntos en común.