Tras una extensa conversación con el presidente estadounidense Donald Trump, el mandatario ruso Vladimir Putin acordó un "cese del fuego limitado" en Ucrania por un período de 30 días. Durante este tiempo, Rusia se comprometió a no atacar la infraestructura eléctrica ucraniana, según confirmó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El diálogo telefónico, que comenzó a las 10 de la mañana en Washington, se prolongó por casi dos horas. "La conversación ha terminado", anunció Peskov a la agencia estatal de noticias TASS, indicando que uno de los principales temas tratados fue la tregua en Ucrania.
Desde la Casa Blanca, el vicejefe de Gabinete, Dan Scavino, informó que la llamada se realizó desde el Salón Oval. "La llamada va bien y sigue en curso", publicó en su cuenta de la red social X una hora después de que iniciara el contacto.
Esta es la segunda vez que los mandatarios de Estados Unidos y Rusia conversan desde que Trump volvió a la Casa Blanca. Su última comunicación había sido el 12 de febrero.
Sin embargo, en esta ocasión, el dialogo se produce luego de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aceptara negociar un alto el fuego, tras la presión ejercida por Estados Unidos.
La administración de Trump había decidido congelar la ayuda militar y de inteligencia a Ucrania, lo que llevó a Zelenski a aceptar la negociación de una tregua con Rusia y firmar un acuerdo con Estados Unidos sobre la explotación de minerales estratégicos.
Antes del encuentro telefónico, Peskov se mostró reservado respecto a los temas que tratarían los mandatarios: "El contenido de las conversaciones entre dos presidentes no está sujeto a ninguna discusión previa".
Por su parte, Trump adelantó que abordaría cuestiones relacionadas con "tierras", "centrales eléctricas" y "dividir ciertos activos". En este contexto, el expresidente de EE.UU. habría hecho referencia a la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, actualmente bajo control ruso desde 2022.
Esta planta fue objeto de ataques constantes desde el inicio de la invasión, lo que generó reiteradas advertencias del Organismo Internacional de Energía Atómica ante el riesgo de una catástrofe nuclear.
Las gestiones para poner fin a la guerra se intensificaron en las últimas semanas, ya que Trump busca cumplir con su promesa de campaña de detener el conflicto de inmediato.
Por su parte, Rusia se mantiene firme en su postura y hasta ahora no mostró señales de aceptar un acuerdo definitivo. El Kremlin se resiste a ceder los territorios ocupados y rechaza la posible adhesión de Ucrania a la OTAN.