A 12 días de asumir nuevamente como presidente de Estados Unidos, Donald Trump dio algunas definiciones de lo que será su política internacional y dejó en claro que iniciaría acciones militares, en caso de ser necesario, para hacerse de sus objetivos.
Entre esas metas se encuentra el Canal de Panamá (que Estados Unidos construyó en el año 1905, luego de que Francia se retirara de la obra) y que controló hasta 1999, cuando ese país se hizo cargo hasta la actualidad.
Durante su anterior mandato, Trump habló varias veces de retomar el dominio sobre el canal. Esta vez, afirmó que el estado panameño cobra excesivas tarifas a los barcos estadounidenses que lo cruzan y acusó a China de inmiscuirse de a poco en el manejo de esa vía marítima que permite unir el Mar Caribe con el Océano Pacífico. “Se lo entregamos a Panamá, no a los chinos”, argumentó.
Durante una conferencia de prensa brindada en su residencia de Mar- a-Lago, ubicada en el sur del estado de Florida, Trump también reconoció que uno de sus planes es poder quedarse con Groenlandia. En este caso, sostuvo que tener el control de la isla se trata de un tema de “seguridad nacional”. En ese marco, envió a su hijo Donald II a visitarla y esto generó una fuerte tensión con Dinamarca.
Luego de estas declaraciones, el rey Federico X reformó el escudo de armas de Dinamarca, como una manera de marcarle la cancha a Trump. Cabe destacar que solo había sido cambiado cuatro veces a lo largo de la historia: en 1903, 1948, 1972 y 2024. En esta reciente modificación, se decidió destacar los mapas de Groenlandia e Islas Feroe, para recordar la presencia danesa en esos territorios. Por si fuera poco, el primer ministro de Groenlandia, Mute Egede, intentó llevar calma a la población y remarcó que «no estamos a la venta y no estaremos a la venta». También aclaró que la visita de Donald Trump Jr no es oficial y que “solo viajó para grabar unos podcasts”.
Por último, el hombre que volverá a la Casa Blanca el próximo 20 de enero, volvió a recurrir a cuestiones de “seguridad nacional” y aseguró que eliminar las fronteras naturales con Canadá sería de vital importancia. Desde el vecino país, el primer ministro Justin Trudeau -que dejará su cargo en breve tras presentar la renuncia- le respondió a Trump y le dejó en claro que “jamás seremos parte de Estados Unidos”.
