El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, emitió una orden ejecutiva que obliga a las prisiones federales a alojar a las transgénero en instalaciones para hombres y a detener los tratamientos médicos relacionados con la transición de género.
La directiva también se aplica a las personas detenidas en instalaciones de inmigración y es una de las disposiciones más concretas de la orden, titulada «Defendiendo a las Mujeres del Extremismo de la Ideología de Género y Restaurando la Verdad Biológica al Gobierno Federal».
Durante su primer mandato, Trump ya había implementado restricciones similares, pero la nueva política extiende significativamente su alcance. La orden ejecutiva se fundamenta en la idea de restaurar la «verdad biológica» como base para las políticas gubernamentales.
Sostiene que «los esfuerzos por erradicar la realidad biológica del sexo atacan fundamentalmente a las mujeres al privarlas de su dignidad, seguridad y bienestar».
Desde el punto de vista de la administración Trump, estas políticas buscan garantizar la seguridad de las mujeres en los entornos penitenciarios. Según la orden, los esfuerzos por redefinir el género han tenido consecuencias negativas para las mujeres, exponiéndolas a riesgos innecesarios.
Organizaciones defensoras de los derechos de las personas transgénero condenaron la orden, señalando los riesgos que representa para la seguridad y la salud de los presos trans. Shannon Minter, directora legal del National Center for Lesbian Rights, advirtió que la política incrementará los casos de abuso sexual y agresiones físicas.
Los expertos legales han señalado que la orden podría enfrentar impugnaciones judiciales, ya que los tribunales federales han establecido que los sistemas penitenciarios tienen la obligación de proteger a los presos vulnerables y proporcionar atención médica necesaria.
En 2022, un juez federal en Illinois ordenó al Buró de Prisiones proporcionar cirugía de reasignación de género a una reclusa transgénero, declarando que negar el procedimiento violaba la Octava Enmienda.
Actualmente, alrededor de 1.500 mujeres transgénero se encuentran en prisiones federales. Aunque representan una proporción pequeña de los 144.000 reclusos federales, constituyen aproximadamente el 15% de las mujeres encarceladas. Por otro lado, hay 750 hombres transgénero en las mismas instalaciones.
Además de las disposiciones relacionadas con el alojamiento, la orden ejecutiva prohíbe el uso de fondos federales para tratamientos médicos relacionados con la transición de género, incluyendo terapia hormonal y procedimientos quirúrgicos. La Asociación Médica Estadounidense considera que estos tratamientos son necesarios para abordar la disforia de género, una condición médica reconocida.