Arslanian: "el problema de la puerta giratoria para los delincuentes es un mito"

Por: #BorderPeriodismo

León Arslanian es conocido tanto por haber integrado el tribunal que juzgó a los militares en 1985, como por su tarea política: dos veces ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires y también ministro de Justicia de la Nación (1991-1993).

Su último paso por la función pública fue de 2004 a 2007, al frente de la cartera de Seguridad en Buenos Aires, con Felipe Solá como gobernador.

Fue en esa etapa que encaró una profunda reforma policial, que quedó trunca. Hoy ejerce la abogacía, pero sigue de cerca los temas criminalísticos. En ese sentido opinó de la situación del narcotráfico en la Argentina. “Hace diez años estamos viviendo el fenómeno de insaltación de la narcocriminalidad organizada. El negocio de la droga en el país dejó de ser meramente de provisión”, explicó.

En InfobaeTV Arslanian aseguró que la «teoría de la puerta giratoria» que instaló durante la última elección Sergio Massa y que explica el problema de los crímenes cometidos por reincidentes del Sistema Penitenciario «es un mito», al igual que la idea de que «instalar cámaras de seguridad aumenta la seguridad».

Habló del narcotráfico y dijo que el gobierno ha realizado «grandes esfuerzos» para atacarlo pese a lo cual el fenómeno creció mucho en la década ¿ganada?.

-¿Cómo avanzó el narcotráfico en la Argentina?

-La disputa por la la fabricación de droga sintetica arranca cuando resulta mas barata la efedrina puesta en Buenos Aires que en México, y se trasladan los negocios. El dinero y esfuerzo puesto en el Plan Colombia permitió desarticular algunos carteles y obligó a un desplazamiento. Argentina era una de las posibilidades, también Brasil, pero estamos pagando la consecuencia de la eficacia del combate en Colombia y México.

-¿Cómo se instaló el narcotráfico en el país?

-Los narcos tienen un poder corruptor extraordinario y una apropiación muy fuerte del espacio público. Allí hay que mostrar la eficiencia, porque se instalan en villas, usan mano de obra baratas, incluso niños, y hay que actuar con la mayor firmeza y romper el proceso de captación.

-¿Qué opina de la propuesta de ley de derribo que hizo Massa?

-Basta con mejorar la radarización y la disuasión aérea, no el derribo porque es una ejecución. Hay que controlar además las pistas en el norte, en Santa Fe y en Buenos aires. Hay que importar nuevos radares, como se está haciendo. No es imposible.

Pero además se debe dar una campaña contra el consumo, porque el narcotráfico se instala al calor de un mercado demandante.

-Y allí ¿de quién es la responsabilidad mayor, del Estado Nacional o de las provincias?

-La responsabilidad primaria la tiene el estado federal; Gendarmería y Prefectura son fuerzas de alta capacidad. Pero tiene que estar fortalecida la Justicia y debe existir una coordinación en la labor provincial y federal, a partir de una planificación basada en la inteligencia criminal y en las estadísticas. Esa información la maneja el gobierno nacional. Por último la cooperación internacional es muy importante porque son delitos transnacionales.

 -¿Qué cosas deben mejorar?

En la Provincia la reforma de 2004 y 2007 buscó democratizar la conducción policial, agregar tecnología, el 911, dotar de sistemas geográficos de referencia para los móviles, etc… y cambios de academia y actitud policial. Nosotros combatimos enérgicamente la corrupción a partir de leyes… ese proceso debió haber sido sostenido en el tiempo. Como se dejó de lado, trajo problemas. Hay disfuncionalidades en la operación policial porque faltan políticas públicas consensuadas, seguir un cronograma.

La Justicia cumple un rol fundamental…

Lo que tenemos que ordenar es que funcione el sistema, que cuando una persona ingresa, sea juzgada, se imponga la pena y sea pública, eso es prevención. Por otra lado ver cómo hacer para que disminuyan los delitos. Hay que cerrar el grifo. No todo es prevención penal, tenemos que trabajar en los grandes conglomerados urbanos, en donde hay severa inequidad que provoca una violencia y esa violencia se criminaliza: se necesita salud, educación, necesidades básicas satisfechas, desarrollo humano. Hay todo un trabajo para hacer sobre todo en villas y asentamientos. Y hay que controlar también la violencia institucional.

-Las cámaras ¿sirven para prevenir el delito?

-Eso es un mito, tal como lo demuestra el caso de Estados Unidos que está lleno de cámaras y los índices de delito son importantes. Los delincuentes sortean las cámaras poniéndose una media en la cabeza, las cámaras sólo sirve para la recreación del hecho una vez ocurrido, pero no para evitarlo.

¿Y las policías comunales?

-Transferir la seguridad a los municipios es fundamental. Eso lo iniciamos nosotros, pero se cortó, y la policía de la Provincia tendría que pasar a ser una agencia estatal de investigación.

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