Bronca e internas entre el vidalismo y Marcos Peña tras el fracaso electoral

Volvió la tensión entre María Eugenia Vidal y Marcos Peña tras los resultados de las primarias. Furia en la noche de Costa Salguero. Voto bronca, errores en la fiscalización y cortes de boleta en distritos bonaerenses impulsan una auditoría interna en la Provincia.
Por: Emiliano Russo
El golpe que recibió Juntos por el Cambio en las primarias del último domingo dejó casi nockout el intento reeleccionario de María Eugenia Vidal -el de Mauricio Macri parecería que también pero, en el Ejecutivo intentarán la odisea de llegar al balotage o bien mejorar la performance para asegurar más escaños en el Congreso- y desde Provincia llegaron cuestionamientos a la Casa Rosada: intentarán diferenciarse de Nación para bajar los casi 18 puntos que les sacó Axel Kiciloff en las PASO y también han comenzado una auditoría interna debido a que candidatos locales lograron más votos que la propia gobernadora y por errores en la fiscalización de las mesas desplegadas en las escuelas.
Los resultados que obtuvo el Frente de Todos en las PASO del domingo generaron una crisis polìtica en el macrismo sólo ocultada por el derrumbe de los mercados, la suba del dólar y la incertidumbre sobre el futuro de la economía.
En los hechos, Vidal perdió por mayor diferencia que Mauricio Macri en un escenario que hoy parece irremontable. Esa noche la tensión en el búnker de Costa Salguero no se hizo esperar: hay versiones de insultos que habría propinado la gobernadora hacia el jefe de campaña nacional, Marcos Peña, por haberle arruinado la elección. Es que desde La Plata aún reivindican el intento de desdoblamiento de las elecciones bonaerenses cuando el peronismo no tenía un candidato consolidado en la Provincia y, de esa forma, evitar el castigo de los electores por el arrastre de la crisis económica.
Algo de tranquilidad, no obstante, llegó el lunes por la noche con una cena que tuvo lugar en la Residencia de Olivos en la que la cúpula del PRO -Vidal incluída- aconsejó al presidente «bajar un cambio» luego de la conferencia de prensa de esa misma tarde, un cambio de tono que este miércoles se observó en el discurso matinal de Macri anunciando una serie de medidas de aliento al consumo.
Un funcionario provincial consultado por #BORDER reconoció que «hubo un voto bronca por la economía. Aún no hicimos un detalle porque estamos abocados al problema que tiene Nación con los mercados. Una diferencia de más de 16 puntos en la Provincia te va dar menos porcentaje en las distintas secciones. Vamos a hacer una campaña distinta (de la nacional), vamos a pelear».
El objetivo, ante la odisea de revertir el resultado, es engrosar los escaños en la legislatura provincial e intentar auxiliar a los intendentes de Cambiemos que, en su mayoría, obtuvieron pésimos resultados en las primarias y corren riesgo de perder sus cargos el próximo 27 de octubre.
Otra fuente del equipo de campaña de Vidal asume que a no ser que ocurra un milagro, el próximo líder del espacio será Horacio Rodríguez Larreta. «Aspiramos a mejorar los resultados en la provincia para colectar más votos y dejarle a Horacio un capital político menos diezmado que el que tendría si se repiten los resultados» del domingo 11 de agosto.
La traición.
En sólo tres de los municipios del Conurbano gobernados por el oficialismo, se logró retener el poder. Pero, San Miguel  -uno de esos tres- está particularmente bajo la lupa porque se investiga una posible traición del actual secretario de gobierno bonaerense, Joaquìn de la Torre.
En San Miguel, Macri obtuvo 53.600 votos y el intendente Jaime Méndez 81477, superando al candidato peronista. «Hubo un corte de boleta terrible: Vidal perdió por 20 mil votos y Jaime, que es un pupilo de De la Torre, ganó por 20 mil», explicó.
Un ex aliado macrista de la Provincia, en tanto, recordó que unos 10 días antes circuló por YouTube un video que mostraba a un joven en San Miguel portando la boleta de Méndez junto a la lista del Frente de Todos que lidera Alberto Fernández y Cristina Kirchner. «Muchos no recuerdan que De la Torre llega a la intendencia de San Miguel cuando Alberto convence a Néstor Kirchner de financiarlo para desbancar a Aldo Rico, que por ese entonces jugaba para el PJ», indicó, con malicia.
Los estrategas bonaereses le facturan al Ejecutivo nacional el desarme de la estructura de La Matanza: en ese populoso distrito de la tercera sección el «dedo presidencial» ungió como candidato a intendente al ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, desplazando al armador que tenía el macrismo desde 2015, el concejal Miguel Saredi. Mientras que en las legislativas de 2017 Cambiemos había conseguido 280 mil votos, el pasado domingo Macri obtuvo 148.172, unos 100 mil menos que en las presidenciales de 2015.
Lo cierto es que, aún conmocionados por los resultados de las PASO, en el centro de campaña bonaerense llevan adelante una auditoría por región. No ocultan que intentarán llevar adelante una campaña «independiente» de la lógica nacional con anuncios propios de medidas destinadas a las clases media y baja. «Pero hay que controlar el tema de los cortes en las intendencias. También hubo un control de fiscalización horrendo en el que difieren los telegramas de los ambitos escrutinio: en Tigre hay más de 11 mesas con 50 votos menos. Hubo errores también del Correo y de las autoridades de las mesas donde hasta habìa delegados de Suteba (el gremio de Roberto Baradel)», concluyó la fuente gubernamental bonaerense consultada.
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